Festival de la Guitarra de Córdoba. Gary Moore/Manuel Barrueco

Gary Moore 18 de Julio. Teatro de la Axerquía (lleno absoluto)

Mucha fue la expectación que causó dicho concierto, y es que es rara la ocasión en la que este músico irlandés visita nuestro país. Éste fue el último de los tres conciertos que ofrecería en España y del que también fui testigo.

La verdad es que uno a sus ídolos siempre le gustaría darle la mayor calificación posible y está ansioso por decir tras el concierto que ha sido uno de los más importantes de su vida, y en mi caso Gary Moore significa lo contrario, adoro a este músico, su voz, su forma de tocar, componer etc, pero lamentablemente fue un concierto pésimo, y no por él, sino por el montaje de sonido.

Es evidente que si vamos a ver a alguien como Gary Moore, Yngwie Malmsteen, Steve Vai, Joe Satriani… la guitarra sea la protagonista y destaque su amplificación por encima del resto de instrumentistas que compongan el grupo, pero es que aquella noche SOLO se oía una guitarra con una potentísima y pésima distorsión, hasta el punto en que me fue imposible reconocer el sonido “trade mark” de Moore al que apenas podíamos oírle la voz, salvo en los temas en los que la guitarra no hace más que un mero acompañamiento sin distorsión. El resultado fueron dos días de sordera y decepción. Escogió un repertorio increíble, temas de After Hours como The Blues it’s all right (que tocó acompañado de su hijo), de Still got the blues como Pretty Woman (con la que inauguró el concierto), Walking by my self o Still got the blues, dos canciones inéditas (alucinantes) incluso hubo un lugar para el recuerdo de cuando formó parte de Thin Lizzy con Don’t Relieve a Word, técnica al más puro estilo Moore pero tristemente no puedo darle el aprobado. Una auténtica lástima. Si tengo oportunidad iré a verle de nuevo para sacarme la espinita.

Manuel Barrueco. Teatro Cómico Principal (Lleno absoluto)

El de Manuel Barrueco también era uno de los conciertos más esperados y que levantó mayor expectación en la ciudad andaluza, para quien no le conozca Barrueco es uno de los intérpretes de guitarra clásica más importantes del mundo, tiene más de una docena de grabaciones para EMI Classics, ha formado duo con músicos tan importantes y dispares como Plácido Domingo, Emmanuel Pahud (flautista de la Staatskapelle Dresden), Steve Morse (Deep Purple, Kansas), Al Di Meola, Andy Summers (The Police) o Barbara Hendricks (una de las sopranos más importantes de su generación), compositores como Toru Takemitsu o Roberto Sierra (alumno de György Ligeti) le han dedicado sus obras. Este mismo año estuvo nominado a los premios Grammy por su reciente grabación “Solo Piazzolla” y para mi sin duda alguna es el más grande de los guitarristas clásicos.

El repertorio escogido para la noche constaba de una primera parte íntegramente de Johann Sebastián Bach con la sonata BWV 1001 y la famosísima Chacona en re menor de la Partita BWV 1004, matizada e interpretada a la perfección con una técnica impecable, ambas arregladas para guitarra por le propio Barrueco. Cabe destacar que en la versión de la Chacona rehusó tocar la versión que empleó en la grabación Bach & De Visée por una algo más sobria y menos ornamentada, mucho más fiel a la versión de violín.

La segunda parte fue el turno de los Tangos compuestos por el argentino Astor Piazzolla. Comenzó con los complicadísimos Tango Etudes para flauta y terminó con dos estaciones Porteñas, Invierno y Verano, tocadas con una gran musicalidad e inmaculada técnica que a más de uno nos dejó helado. Para los bises optó por música de su Cuba natal, La Comparsa del gran Ernesto Lecuona y una sentida y preciosa Canción Triste de Carlos Fariñas.

Un complicadísimo y hermoso programa que Barrueco defendió majestuosamente y con el que el público se mostró entusiasmado. Jamás he visto a un músico con una técnica tan poderosa, un sonido más personal y una humildad mayor sobre un escenario. Grande Barrueco.