'Uncharted: La traición de Drake', lo que el mejor cine de aventuras se dejó por el camino

Una vez vi en un reportaje que la productora de la saga 'Uncharted' era una aspirante a cineasta que no encontró hueco en la industria. Se le cerraban puertas, una tras otra, con la consabida frase de que "aquí no encontrarás salida profesional". Sí, a veces las industrias están tan saturadas de frases hechas y talentos prefabricados que se les pasa un filón. Ironías de la vida, esta mujer decidió poner lo mejor de su amor por el cine en un videojuego que empezó con discreción y hoy es uno de los candidatos más firmes a ser adaptado a la gran pantalla. A la vista de este peregrinaje de las ideas, que empiezan en un estudio de desarrollo y acaban en un plató de cine, no es de extrañar que el sector del videojuego facture más que el del cine y la música juntos. ¿La prueba? El cine necesita de las adaptaciones de los juegos para seguir teniendo tirón, mientras que el videojuego respira por sus propios poros, llegando a darse el caso incluso de que las adaptaciones del cine al bit, casi siempre apresuradas y con el aliento del estudio de cine al cogote, pasan desapercibidas en el mejor de los casos y resultan un auténtico fiasco en el peor.

Pero no nos engañemos. 'Uncharted', como franquicia, no aporta nada nuevo, sino que se inspira y recicla los grandes clichés del género de aventuras, siendo sus mayores referentes 'Tomb Raider' e 'Indiana Jones'. 'Uncharted' ha sabido beber de estos grandes iconos, y su virtud no es lo que hace (inspirarse), sino cómo lo hace (marcando un nuevo paradigma).

'Uncharted 3' mantiene lo que ha hecho grandes a sus dos antecesoras: la presentación de unos personajes enormemente sólidos sobre la base de un guión rotundo. La versión española, por su parte, viene con la excelente traducción y consiguiente doblaje, que le sientan como una segunda piel. Prescindiendo de la pijería de Lara Croft, apuesta por el toque irreverente y casi gamberro del doctor Jones, como siempre, llevándonos de la mano por una trama que se escribe a base de acertijos que conducen a hallazgos que conducen a otros acertijos, con el combustible de la ambición de riqueza con un ligero toque de honradez personal.

Vuelven también los protagonistas. Al ya célebre Nathan Drake, le acompañan sus habituales secundarios más alguna incorporación que añade color y humor al conjunto. Los malos, muy malos, con ese toque de estilo y antagonismo "caballeroso" que putea, pero no mata cuando tiene ocasión.

Dicho esto, esta tercera entrega, y supuestamente la que cierra la serie, arranca de modo magistral y cinematográfico de modo que ni nos damos cuenta de que estamos jugando. El título aprovecha al máximo su cualidad orgánica, capaz de entrar en el subconsciente del jugador sin ningún esfuerzo y nos da nuevas pistas sobre el protagonista, hasta el punto de viajar a su pasado y proponernos jugar un par de niveles a modo de flashback. Alucinante. La premisa es la misma de siempre: una reliquia que es la llave a otras que, a su vez, dan lugar a un camino incierto que debería llevar hasta una meta final con iguales dosis de riqueza que peligro. Como siempre, recorreremos el mundo en nuestras andanzas, desde los suburbios de Londres, hasta el Yemen, pasando por Francia o Siria.  Como siempre, también, se ha tirado la casa por la ventana en el enriquecimiento de los entornos y localizaciones, que a su vez son el telón de fondo de escenas de acción increíbles y a la altura de la mejor de las películas de género. Lo bueno de esto es que ningún recorrido se hace repetitivo. Habrá misiones de sigilo, tiroteos puros y duros y persecuciones, tanto como presas como cazadores, algunas de las cuales son memorables por la duración y el ingenio de su planteamiento. Casas en llamas, aviones en pleno vuelo, castillos medievales, criptas, sociedades secretas y mucha ambición son sólo algunos de los elementos que suman un genial lustre a este juego.

En el apartado más técnico, a destacar la banda sonora, siempre excelente y dinámica según el estilo de juego que llevemos (sigiloso o más directo) y el motor gráfico, que logra unos efectos luminosos inmersivos a más no poder. También se han pulido los movimientos de Drake, más naturales y fluidos, con interacciones casuales con el entorno según lo abordemos, aunque esto puede dar algún que otro quebradero de cabeza cuando lo que busquemos sea más precisión en las ejecuciones. Se ha dado un enorme protagonismo a los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, que ahora serán esenciales para salir airosos de las situaciones, pudiendo solaparlos con el tiroteo propiamente dicho. El combate con armas también ha sido remozado notablemente. Si antes bastaba con mantener una posición a cubierto y resolver la situación, ahora nos veremos obligados a movernos constantemente por el escenario, ya que la IA del enemigo siempre intentará rodearnos y aprovechar sus bazas. Esto da lugar a unas coreografías de combate improvisadas que nos hará alucinar a medida que nos sorprendamos a nosotros mismos con su ejecución.

Por otra parte, el juego goza de una duración más que decente, aunque se me ha hecho más corto que otros. No sé si por haberlo disfrutado más o por jugar más tiempo seguido, pero lo cierto es que otros títulos me han dado la impresión de que el final se hacía más de rogar. Asimismo, el propio final se me antoja un poco escaso para la supuesta culminación de la trilogía, lo que me hace albergar la esperanza de que habrá más entregas. Sólo espero que la película, que supuestamente está en producción, no lo estropee todo.

En definitiva, 'Uncharted 3' es un juego indispensable en la ludoteca de cualquier aficionado y una inmejorable excusa para adquirir una PS3 si aún no se tiene. No aburre en ningún momento y no deja de inspirar admiración por sus diseñadores, capaz de parir entornos dinámicos tan sugerentes y diálogos tan naturales. Algunos fallos en la precisión del manejo que pueden llegar a resultar exasperantes no empañan, sin embargo, un conjunto equilibrado, variado y adictivo. Aún no he probado el multijugador, pero reseñar que, aparte del modo habitual, cuenta con otro cooperativo, ya sea online o mediante pantalla dividida. En fin, un lujo para los sentidos y una apuesta de calidad que delata otros títulos que, pudiendo hacerlo, no exprimen su propia capacidad así como la de la consola. Un gran sobresaliente para Naughty Dog.