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Bala #3: Rolero de a pie, rolero de élite


Confieso que me he quedado de una pieza ante la abrumadora mayoría por la que ha ganado este tema, habida cuenta de que en la encuesta había asuntos tan jugosos y controvertidos como el propio Crowdfunding, tan de moda en los últimos tiempos. Antes de disparar, quiero aclarar un par de puntos: no creo en las distinciones artificiales derivadas de todo microcosmos social, por lo que abordaré el tema de una forma menos "personal", por así decirlo, aun terminando la entrada con mi experiencia al respecto. Asimismo, me basaré en una serie de conversaciones personales que he mantenido con algunos de los lectores de este blog que son los que, cada uno por su lado, me han propuesto el tema. Todo lo que diga a continuación está basado en su experiencia, más que en la mía propia (que, como os digo, creo que se trata de un distingo más artificial que real).

ÉLITE,SÍ, PERO ¿DE QUÉ?

Todo entorno humano delimitado tiende a crear sus propias dinámicas de interacción social, donde unos destacan de los demás por razones más o menos aceptadas por el colectivo. Cuando se tiende al más, estamos hablando de líderes naturales, focos de consenso que personifican una tendencia o un pensamiento. Cuando se tiende al menos, hablamos de antisistemas, protestatarios o delatores de las deficiencias de la tendencia mayoritaria que también generan una ola a su alrededor que puede permanecer en la clandestinidad o llegar a contagiar al pensamiento mayoritario.

Si hablamos del rol, hay que tener en cuenta algo previo: por lo general (muy por lo general), se trata de una afición con un público objetivo que tiene en común múltiples características, todas ellas resumibles en el término "friki" (os dejo a vosotros si es peyorativo o no). He observado en numerosas ocasiones que el frikismo no es una cuestión meramente estética: las gafas, las melenas, las panzas o la escasa confianza en según qué terrenos sociales mainstream, sino que es una directa consecuencia de un trasfondo personal que suele pasar por el empollismo, la difícil adaptación a "lo que se lleva" y en no pocos casos el abuso y la marginación durante la infancia y la primera adolescencia. Ya os digo que es un retrato grosso modo, pero con el que sí me he encontrado, refrendado quizá por sus honrosas y variadas excepciones.


Esto explica por qué el rol es, de raíz, una afición bastante aislada y endogámica, muchas veces reivindicativa de su carácter "especialito" no apto para "muggles" (sic), incluso complaciente con la certeza, no por repetida más real, de que no todo el mundo puede entrar en este selecto club de intelectuales incomprendidos cuya capacidad imaginativa es incomparable y paliativo suficiente para el resto de sus problemas con el mundo real. Digo yo que puede que sea ésta una actitud algo radical y exagerada, pero creo que sería justo establecer que, aunque la gran mayoría sean todo lo contrario a lo mencionado hasta ahora, esta postura ha influido sin duda en el sentir general. No en vano, se ha llegado a celebrar formar parte de esta especial minoría con fenómenos como el Orgullo friki, con el que no estoy de acuerdo, porque ser friki debería ser tan normal como que te gusten las discotecas de Ibiza o los polvorones en Navidad.

SOBRE LA ÉLITE

Partamos de la premisa de que el mundo del rol es uno más de tantos mundos especiales, sin caer en eso del mal de muchos, consuelo de tontos, porque aquí hablamos de rol, no de anime o modelismo, por mucho que puedan coincidir en algún que otro aspecto.

Élites siempre han existido en esto del rol, pero hasta la eclosión de Internet en esta afición cada uno era rey de su propia colina, que solía circunscribirse a su mesa de juego y, como mucho a algún club de rol. Luego estaban las jornadas, pero antes de poder ser una estrella mediática, lo más probable era que pasases desapercibido como uno más en tales concentraciones. Esto me lleva a afirmar que la acentuación del elitismo en el rol va paralela a la permeabilización de la red de redes en la afición: desde las primeras listas de correo hasta los foros y los blogs, hoy ya casi en vías de extinción por culpa de la masificación y el triunfo del multimedia más directo, como el podcast y Youtube. Fijaos que en esta frase se pueden resumir perfectamente unos veinte años de historia.

Internet ha servido básicamente de amplificador para el rey de la colina (de su mesa), elevándolo a comunicador de masas (o masillas, que tampoco somos legión). La lista de correo de otros tiempos carecía del elemento de culto al ego de los blogs en tanto en cuanto se parecía más a un club virtual de amigos o de debate (a veces una corrala de malas hostias encontradas) en el que todos ocupaban una posición de relativa igualdad. El blog, por el contrario, no te hace depender de un administrador (único con derecho a que se le subiese en su momento a la cabeza), sino que tú eras tu propio soberano en tu propia casa. Esto y la ampliación de las posibilidades de interacción multiplicó los flujos de intercambio de información y puso en contacto a una comunidad de pequeños emperadores en ciernes al tiempo que las listas de correos languidecían y migraban como podían a los foros y, más tarde, a los propios blogs, formando una masa crítica que hoy marca el rumbo de su propia pecera.


Pero el mal ya estaba hecho. En esas listas de correos (y aún en algunos foros de notables) se había producido ya otra masa crítica de grandes prohombres con derecho a voto, veto y pernada sobre lo que quisieran hacer los más novatos o quienes tuvieran menos carácter como para reconocer que no había tanta diferencia entre los amos del cotarro y ellos mismos. Pero estos dinosaurios, como los califica alguno de mis confidentes, eran lentos y su mensaje permanecía en una botella a la deriva mientras los blogueros les tomaban el relevo con renovada vehemencia, hasta el punto de relevarlos en su función pastoral, considerándose auténticos medios de prensa (sic) y referentes del mundillo. Más tarde, hace no muchos años, instaurada una pequeña élite de blogueros/creadores/comunicadores online, los dinosaurios salieron de la botella, quizá conscientes de que se les escapaba un tren que ellos mismos habían despreciado, y paternalizaron unas mentes y unos cuerpos, muchos de los cuales estaban más que dispuestos a ser herederos del mensaje original: somos especiales, somos cojonudos, pero, cuidado, hay niveles y niveles.

Creo, por esto y por lo que me cuentan, que el elitismo en el rol es un fenómeno muy circunscrito a la red, consustancial a ella y casi adicto a la misma, y que se manifiesta en el mundo real en aquellas ocasiones en las que los nuevos doctores de esta Iglesia confluyen en eventos físicos, como jornadas o clubes gastronómicos especializados (nótese que en esto del rol todo es especial y especializado, medible y catalogable), por poner un par de ejemplos.

SOBRE EL ROLERO DE A PIE

El rolero de a pie es, por una parte, el que está fuera de Internet y sigue jugando con su mesa, incluso creyéndose rey de su diminuta colina, llegado el caso. También es el que tiene un uso de la red más moderado o despegado, quizá el que vive esto del rol como una afición más, con vida más allá de los dados, y no como un modo de reivindicación personal (aquí me incluyo).

Pero, ojo, no solo yo he visto, sino que algunos de los que me habéis pedido que hable de esto me habéis comentado, que muchos de los roleros de a pie podrían calificarse de aspirantes a élites, con muchas ganas de tener un blog del que todo el mundo hable, de los que miden su cuota de seguidores y las visitas recibidas, hasta el punto incluso de autoengañarse dejando que cuenten las actualizaciones de página con tal de sentir que son un ladrillo más de este fenomenal muro mediático, ajenos quizá a que un blog es una carrera más de fondo que de fuerza. Algunos de vosotros me los habéis calificado de "lameculos", cosa que no entraré a valorar como buena o mala, porque cada cual sabe qué precio tiene su dignidad y puede hacer con ella lo que le plazca. A mí eso de revolotear alrededor de quien creo un activo valioso no me va, nunca lo he hecho y nunca lo haré. Y creédme cuando os digo que no hacer caso a los rebañaesfínteres que se me han arrimado me ha granjeado parte de mis más procaces "enemigos".

MANIFESTACIONES

Hoy en día, la élite suele tener una pregunta de cabecera para identificarse: "¿Tú qué has publicado?", como sus múltiples variantes: "traducido, maquetado, entrevistado, jugado, dirigido", etc.). Da igual que sea del interés de nadie, que esté técnicamente bien en forma y fondo o cómo hayas logrado llevarlo a cabo, lo importante es ser alguien y que otros te hayan dicho lo bien que lo has hecho. Es como una medalla, una carta de naturaleza, un certificado de rango, un pedigrí (repetimos, a los roleros nos encanta medir, cuantificar, clasificar). Si a esa pregunta te encoges de hombros, lo más probable es que el de la élite pase de ti, que no encuentres sitio en su mesa de juego, que prefiera tomarse un café con un igual que contigo, por muy interesante que sea tu vida, porque si una cosa tiene la élite es que es endogámica. Fijaos que cerramos el círculo que se abría al principio: el mundillo del rol es exclusivista y cavernario en cierta medida, pero el gurú-autor-podcaster-figura mediática ha conseguido concentrar este sentir y elevarlo hasta el punto de confundir un loable intento de materializar las propias ideas en un faro de profesionalidad y criterio cuando no tiene por qué ser así, y con recurrir a la falsa modestia del amateurismo, asunto arreglado. Una cosa son los gustos, que son libres, y otra algo cuantificablemente apto (técnica de escritura, respeto a las normas lingüísticas, técnicas de ilustración, justiprecio, facturación, contratación, fiscalidad etc.), que de todo hay, sin duda, aunque un relativo conformismo lo ha equiparado todo en una maraña que no discrimina auténticas bazofias de obras más que dignas y medias pensiones. Y ese conformismo tiene un nombre: buenismo.

EL BUENISMO

El buenismo es, y eso también me lo decís en privado, la enzima que armoniza y comunica al rolero de élite con el de a pie en una relación simbiótica de mutua satisfacción (algún iluminado creerá que le he llamado pajillero, fijo). El rolero de a pie desea catar las mieles del Olimpo y prescinde de todo atisbo de crítica a sus "mayores" (si acaso con tantos paños calientes que uno no sabe si es una declaración de amor encubierta) en aras de una armonía que a veces chirría al menos común de los sentidos. Compra así el patrocinio y el favor de quien cree por encima de él en la escala trófica: el benefactor que le abrirá las puertas a un selecto club donde sentirse valorado (algunos huyendo literalmente de un entorno familiar donde te denostan por el simple hecho de leer en vez de ver fútbol).


El élite, por su parte, acalla con el buenismo recibido toda mala conciencia por saberse intruso en las artes y profesiones que tocan al rol (o directamente incompetente) y se construye una ciudadela de complacencia en pago a la otra complacencia y al final acaba abriendo la puerta al aspirante, al "lameculos" del que me hacía referencia más arriba, ampliando el club de las élites. Lo malo es que, al igual que el Mundo de Tinieblas, acabará habiendo tanto vampiro, licántropo, momia, cazador, demonio y ente extraño que no quedará lugar para el común de los mortales: el que quiere jugar o aprender de esto sin que lo pontifiquen o le pidan un dorado de píldora por si mañana sacas tú algo, no sea que te critiquen por haber criticado (sic).

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Yo también empecé en esto desde mi mesa, mi grupo, mi colina. Me asomé a la red consciente de que había gente que sabía mucho más que yo y durante un tiempo caí en la admiración incondicional de ese verbo ágil y esa capacidad de pontificar. Pero, ya os digo, nunca, ni de adolescente, fui de idolatrar a nadie, ni siquiera a los Europe, con los que me estrené musicalmente, por lo que algo me chirriaba.

Reconozco en lo que me habéis relatado algunos mucho de lo que yo mismo viví en clubes, tiendas y jornadas, pero precisamente mi poca predisposición a la idolatría o quizá por tener el rol como una actividad colateral más, tanto sabio me ponía en guardia primero y me la sudaba después. Eran los tiempos de Inforol, pero tranquilos, se me pasó pronto. Coincidían esos días con los primeros pasos de este blog, que ha conocido épocas y vocaciones muy dispares, e incluso llegué a saber lo qué es creerse de la élite del rol: en mi caso un involuntario punto de referencia, quizá por proponer la voz disonante en todo este tinglado de perfecciones doradas. Incluso se me subió a la cabeza en un momento dado, pero si una cosa he sido siempre es consecuente, y mi subconsciente no dejaba de poner chinas en las sandalias para fastidiarme el sueño húmedo. Eran días en los que me hacían la pelota y me odiaban a partes iguales (ahora me odian más que me pelotean), creciéndome en ambos papeles, unos para conseguir no sé qué y otros para que nadie les sacase de su propio sueño húmedo. Han llegado a decir que mi móvil era la envidia... aún no sé de qué.

El caso es que creo haberme bajado de la burra a tiempo para ser consecuente conmigo mismo y no hacer la pelota, ni tolerarla, sino opinar con el poco criterio que la naturaleza me ha dado y decir "no" cuando creo que hay que hacerlo. Decir "no", de hecho, es lo que más "enemigos" me ha granjeado, incluso cuando alguna editorial quiso "sobornarme" con favores que hoy parecen rutina (vaya, quizá eso también explique el afincamiento en el buenismo). Pero sinceramente paso, hasta el punto de renunciar a ser el niño malo mimado de la blogosfera por meter el dedo en ojo ajeno criticando y "ofendiendo", apearme de la SGRI que yo mismo promoví junto a Jon Nieve cuando vi que se convertía precisamente en un tablero de ajedrez ficticio, y flirtear en un par de ocasiones con cerrar el blog porque poco sentido tiene que hablen más de ti por tus "antecedentes" que lo que realmente estás diciendo. Asumo lo metálico de mi carácter, pasado y presente, y sigo con lo mío, dejando gloria y la piel del oso del elitismo para quien quiera jactarse de ella.

MI CONCLUSIÓN

Esta dicotomía es ficticia. No existen ni élites ni rasos, solo roleros. Todo lo demás es una ficción típica de este micromundo tan particular, temática y sociológicamente y de unos pocos que confunden este pequeño charco con la inmensidad del mundo real. En todo caso es una proyección de los instintos humanos más elementales a escala de "¿Tú qué has publicado/¿Tú qué has traducido?" y me quita tanto el sueño como que el Madrid haya ganado el partido del fin de semana. Os recomiendo lo mismo, porque nada de esto debería ser personal, y menos tratándose de juegos. No merece la pena convertir la colina en Olimpo, ni aceptar ser el actor secundario en la tara de otros. Solo vale ser consecuente, decir la verdad, exigir por lo que uno paga y dar algo de lo que se recibe sin pedir nada a cambio. Y si ya te importa una mierda, miel sobre hojuelas.



Perdón por el ladrillo.
Bala #3: Rolero de a pie, rolero de élite Reviewed by Omar El Kashef on 17:34 Rating: 5

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19 comentarios:

Mariola J dijo...

Justo hace unos días hice una crítica y me preguntaron qué "experiencia contrastada" tenía para hacerlo, un "¿tú que has publicado?" :facepalm:
La gracia es que estamos en un"mundillo" donde cualquiera puede escribir y publicar: hasta el tonto más tonto puede generar un PDF. Pero si no lo haces no eres nadie ni puedes criticar o dar consejos. En ese aspecto esto es un asco. Ya se podría aprender de los grupos cinéfilos que sin haber cogido una cámara pueden hablar sin depender de una jerarquía ficticia...

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo. Yo me he asomado poco por todo este mundillo rolero más allá de mi colina y aun así, he encontrado muchos casos de ese elitismo.

También es verdad que me he encontrado bastante de lo contrario, gente humilde que con poco te trata como si fueras parte de su "circulo" y que dicen las cosas claras. Supongo que depende de cada uno.

Lo que si recuerdo de hace años, es que se formaban demasiadas guerras personales, dimes y diretes de unos y de otros o linchamientos públicos a las mínimas de cambio por el simple hecho de dar una opinión políticamente incorrecta. Eso a mí me cansaban bastante, aunque creo que ha cambiado en parte o quizás, es que no me entero de nada XD

Unknown dijo...

Muy bueno. No tengo nada más que añadir salvo quizás algo que he echado de menos en el artículo, y como opinar es gratis, lo comparto contigo :)

En mi opinión, la barrera entre rolero de bien y de a pie no existe. Es más, aunque la gente tiende a crearla, eso es algo que con el tiempo tengo la esperanza de ver desaparecer. Las vacas sagradas del rol, por así decirlo, son como tantos otros mitos que con la madurez derribamos: probablemente hay música más allá de Europe, y ciertamente hay más aficiones después del rol.
La red, como red que es, permite que entren muchas cosas sin filtro, y como dicen por ahí arriba, cualquiera puede publicar un PDF, aunque sea una basura. Pero eso no es malo, sino que para mí es una grandiosa oportunidad para descubrir el talento que muchos reyes de su pequeña colina del rol, que a falta de vías de difusión, esperaban en el silencio de sus mesas de rol. Pienso que con el paso del tiempo, la propia gente irá entrando más y más en la red, y cuantas más personas lleguen a ella, más diluida quedará la mezcla, hasta que las vacas sagradas del rol sean tantas, que no quede ninguna.

Me gustaría que todos los roleros dejasen su experiencia aquí, así que comparto la mía también. Cuando yo empecé mi blog (y después mi canal), yo pensaba que sería bonito compartir mi experiencia con la gente, así de buen rollo y como hago ahora al escribir este comentario. Me gusta tender la mano no a la gente que sabe menos que yo, sino a quien me dice "eh, me ha interesado", y que de paso luego vienen y me regalan su propia experiencia. Eso me ha enriquecido mucho, y me ha permitido disfrutar más del rol, mi pasión :) Luego va llegando más gente (poca, pero más), y yo pienso en la responsabilidad que es que un rolero me diga "oye, ¿me compro este juego o este otro?", poniendo su tiempo de ocio en mis manos. Y con ese mismo colegueo que espero transmitir y sin ápice de buenismo, comparto mi opinión, pero no en sentido vertical, sino más bien horizontal. Me gusta pensar, por lo tanto, que sólo hay gente a la que le gusta compartir mi fuego de campamento, por decirlo de una forma bonita, pero sobre todo me gusta sentir que éste seguirá vivo porque cada persona que se sienta cerca, se trae su propio leño en la mano y lo tira para alimentar las llamas. Y eso, y sólo eso, lo mantendrá vivo, porque yo no sé tanto como para iluminar a nadie, ni tampoco me gustaría hacerlo, sino que me gusta compartir. Por eso elegí el nombre de rolero, pensando que me haría ser un "tú", que lees estas líneas y te gusta el rol.

Me ha gustado como digo el artículo, pero me gustaría dejarte eso ahí: yo creo que el rolero de a pie, el que no sabe nada y aprende de todo, es el auténtico rolero de bien. Y a ellos tiendo mi mano, y agradezco que me la tiendan de cuando en cuando: no en el sentido más lameculos de la palabra, sino más bien como un gesto de hermanamiento que, con lo poco que llevo por la red, a veces echo muchísimo de menos (y eso que yo sólo he recibido apoyo en positivo siempre, cruzo los dedos). Así que nada, perdona el coñazo, y gracias por la entrada, me alegro de haberla votado, y espero que pronto lleguen las otras!

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

Pero vamos a ver Avatar, ¿qué paja mental es esta? XD

Sin demérito alguno sobre lo que has escrito, ¿en serio esto le interesa a alguien? Es decir, al final veo que tu opinión es básicamente como la mía, que es la misma que tengo sobre las lecciones de cubertería, protocolos de cortesía, celebraciones de fiestas y festejos vacuos y variopintos, opiniones ajenas.... Vamos que nos la come el ciruelo; lo cual me lleva a preguntarme: ¿a los demás no?

Pd: Hace más tiempo del que me gustaría que no paso por aquí, así que diré que el blog está "mu bonico" como decimos por mi tierra, pero le estás jodiendo los ojos mucha gente con el contraste blanco sobre casi negro, a mí el primero!

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

y +1 a Jesús Rolero XD

David Lanza dijo...

Buen artículo, sí señor ^^.

El problema seguirá viniendo y estando, en todas aquellas personas, que de un modo u otro, seguirán alzándose como reyes de su pequeña colina, pero pensando que han tomado toda una cima o grupo montañoso.

No quisiera generalizar, pero es cierto que una gran mayoría, a fin de cuentas, hace precísamente lo que comentas, diferenciar desde su posición, creyéndose más "pro" o no que cualquier otro aficionado, ya sea por hacer PDFs, crear material gratuito o haber publicado algo por su cuenta o editorial...

No nos engañemos, salvo "contadas" ocasiones, esos méritos no deberían dar más credibilidad o "voto", aunque ocurre y ocurra.

Desde aquí, un friki tan orgulloso de serlo como de ser motero a partes iguales, sin panza como el gran "panza redonda" de los relatos de Salvatore, y aún con todo el pelo sobre mi cabeza (por suerte y genética :P)

Armitage15 dijo...

Siempre he tratado de pasar desapercibido en la red a causa de esto. Enhorabuena por el analisis... Acertado para mi humilde opinion

Tron dijo...

Buen artículo!

Yo, la verdad, es que me entero de poco del "mundillo rolero" de internet. Soy medio sociópata y desprecio los "ciberpatios de vecinas" (AKA redes sociales). No estoy en ninguno. Hice un intento de asomarme más a lo que se mueve por aquí, pero abandoné.

Roleo los viernes, los sábados o la noche antes de un día de fiesta, con los de "to la vida", aunque en los últimos años siempre falta alguno (la parienta le mira mal o algún churumbel se puso enfermo). Hace ya unos cuantos años que pasamos esa "línea" en la que los PJs pasaron de tener más años a menos años que nosotros. Y lo cierto es que de los 5 ó 6 que somos, únicamente un par de nosotros mira, de vez en cuando, la porción de red de los roleros (los que no tenemos churumbeles, claro). Queremos jugar y jugamos, lo demás da igual...

Por cierto, después de leerte, leer los comentarios y leer el mío hasta este punto... Jajajaja... Me ha venido la graciosa imagen, típica de pelícla, donde un grupo de alcohólicos desconocidos -en este caso "roleros anónimos"- se sienta en un círculo de sillas y relata lo suyo, jajajaja...

En fin, está bien si sirve para echar unas risas...

Un Saludo!

Omar El Kashef dijo...

Echando un vistazo ahí, me topo con que lo que antes renegaban de quienes reflexionábamos sobre esto del rol más allá de jugar (¡impasible el ademán, AR!), resulta que reivindican su papel en la conformación del pensamiento rolero, comparándose con los filósofos griegos. Cada vez estoy más convencido de que no hay élite ni casi ego, sino una percepción de la realidad muy perjudicada.

Gracias a tod@s por comentar ;)

José Viruete dijo...

Lo de las listas de correo era la hostia. Recuerdo a unos que decían que eran "los famosos del rol" y presumir de que "la gente nos reconoce en las jornadas"

Omar El Kashef dijo...

Oo

Pues no creas que ha cambiado mucho. Ahora el afán de reconocimiento es de blogueros y demás. Visto con mis propios ojos :p

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Uro dijo...

Hola, sigo este blog hace bastante tiempo y me gusta que haya recuperado parte del ritmo.

Desde fuera parece que este artículo tiene un trasfondo importante de rivalidades, críticas o malentendidos. No lo sé, ni sé por qué esa sensación de desencanto que últimamente transmiten los posts (los cuales leo agradecido siempre). Lo que quiero decir es que hace una temporada, cuando leo uno de estos artículos, posts, entradas o lo que sea, me da la sensación de que me he perdido algo... y no me gusta mucho, la verdad.

Cuando empecé a seguir este blog, al principio de yo qué sé que año, veía un sitio interesante donde un tipo comentaba con cierta gracia lo que le daba la gana, normalmente en relación a los juegos de rol, pero también en relación a otras cosas. Ahora veo alguien que parece más preocupado de andar con pies de plomo por si molesta a “alguien” o dice algo que luego “quien tú ya sabes” puede malinterpretar, y yo me pierdo. Es como ver una serie a mitad de la segunda temporada.

No sé si me explico, pero quiero decir con esto que parece que te cortas a la hora de escribir y decir lo que te de la gana, que parece que haces este blog y luego te echan en cara lo que dices y, la verdad, es un puñetero blog de Internet que además dice “pensar, opinar, ofender”, con lo que tendrías que decir lo que te parece y punto. En este mismo artículo, por ejemplo, parece que al final todo es una queja sobre lo mismo, concluyendo que las élites tienen que abrirse un poco más y que hay que estar un poco abierto a críticas. Me parece bien todo, pero yo solo juego al rol los viernes con colegas de toda la vida y no sé ni quiénes son esas “élites” ni a qué leches viene el “buenismo”, ni quién es el que no admite críticas ni nada...

Lo que sé es que el blog tiene (supongo) seguidores de muchos sitios, y desde un tiempo a esta parte parece que veo a alguien que escribe para un grupúsculo de semi-conocidos ansiosos de ser ofendidos y ofender, y no me parece mal, ya que es tu blog y haces lo que quieres, y a quien no le guste pues se le devuelve el dinero y ya está. Bastante trabajo tiene llevar un blog para encima andarse con más cuidado que el telediario de la Primera. Lo que ocurre es que hace no tanto tiempo este blog tenía artículos divertidos e interesantes sobre muchos temas y de un tiempo a esta parte todo lo que leo tiene un punto de resentimiento que me recuerda al Facebook de algunos amigos. Quizá deberías abrir un nuevo blog y hablar de lo que te de la gana desde un anonimato razonable.

Resumiendo el tocho... escribe de lo que te de la gana, pero si sigues hablando de los temas partiendo de sobreentendidos y de referencias que no conocen ni le dicen nada a la mayoría de tus lectores, la verdad es que es muy fácil que un tío que vive en provincias, como yo, que no se entera del mundillo ni de las movidas que hay entre roleros de “pata negra” o “élite” o como quieras llamarlo, se pierda en la mayoría de las entradas de opinión y no tenga mucha idea de por donde van los tiros. Todo esto tiene un punto de paja mental, como ya han dicho por ahí.

No me gustaría que esto quedase como una parrafada a lo Troll. Lo cierto es que el blog me gusta mucho y lo leo semanalmente (antes a diario), incluso aquella época en que todo quedó parado. Me resulta interesante casi todo lo que publicas y me parecen muy respetables la mayoría de tus opiniones.

José Viruete dijo...

Pues que penita. No sé yo quiénes serán ahora los que van así porque estoy desconectadísimo, pero que triste.

Omar El Kashef dijo...

Uro, tío, agradezco tus desvelos, pero con un "Tío, tú antes molabas" hubiese sido suficiente XD

Piensa que esto es una "Bala", o sea, opinión bajo demanda de gente que quiere leer sobre un tema acerca del cual no tengo necesariamente que tener una opinión creada o, peor, un "enemigo" al que disparar. Es un ejercicio que me planteé al reanudar el blog para no caer en el aburrimiento que me produce a veces escribir.

Lo cierto es que siempre he creído (y querido)que el blog fuera un reflejo de quien lo escribe y es normal que el tono cambie con los años (fíjate que en el encabezado hay un 2.0), que no son pocos. Eso de la consecuencia inmovilista es muy rolero, pero yo es que, antes que rolero, soy persona. Y como tal, cutre de cojones me parecería tener que tirar de anonimato para decir lo que quiero. Más que nada porque ya lo hago aquí, con mi humor de ahora, no el de hace dos años. Y fíjate que hay quienes se ofenden superlativamente aun sin que, como dices, haga alusiones a nada y a nadie, solo con ver quien firma. Hace un tiempo pensé que se acabó reflexionar gratis dando pistas que luego te cogen bajo manga mientras te lapidan públicamente. Quien quiera hacer los deberes, que tire de ingenio propio ;)

Y si no te parezco lo suficientemente broncas entenderé que reduzcas la cadencia de visitas, eso sí, lamentándolo en el alma, porque perder un lector es como perder a un hijo :p

Pero bueno, la entrada no iba de esto, sino de otra cosa ;)

PD Pero cómo os va el morbo, jodíos XD

Tron dijo...

Uro, a mí me pasa algo parecido. Quiero decir: afortunadamente vivo en un pueblito de unos 20.000 habitantes y estoy a más de 100 km de la capital de provincia más cercana. Y la última jornada a la que asistí fue por el 2001 o 2002.
Así que apenas me entero de lo que escribe Omar con este tipo de artículos. Lo que pasa es que, para mi gusto, escribe muy bien -aclaro: a) no lo conozco más allá de haber hecho 2 ó 3 comentarios en este blog, y b) me gustan las mujeres-. Con eso y las risas que me provoca, me vale. Es como si hubiera hecho un "master en sarcasmo". Incluso pienso que él mismo se lo pasa pipa cuando usando el "silencio" como recurso creador de "morbo adictivo", jajajaja...

Me pasa algo similar con los de Ludotecnia: que no mentero de la mitad de las cosas que dicen en sus posts. Llegué a pensar que escribían para ellos, o para los colegas de su círculo. Dejé de echar vistacitos a su blog, pero no hace mucho les leí un post que me encantó porque era en plan "tenemos más cojones que nadie" y me harté de reír. Así que volví a ficharme entre sus "followers".

Tal como yo lo veo, a veces, son las formas, más que los contenidos...

Taluego!

Omar El Kashef dijo...

Tron, me has ahorrado explicarme XD

¿Conocéis la frase esa de que si no entiendes un anuncio es que no eres target del producto que anuncia? Pues eso. No os hagáis mala sangre. Quedaos con el mensaje de fondo: a mayor complejo de inferioridad, mayor necesidad de sentirse líder y nutrir el ego en un círculo concreto.

Tron, me alegro de que te hayas reenganchado aquí y a Ludotecnia. A veces ni yo entiendo lo que dicen, y eso que coordino sus Cliffs XD

Tron dijo...

Jajajaja... Eres un ludotécnico! Qué arte!

Omar El Kashef dijo...

Creí que era de público dominio :s Eso explica por qué no has venido con la antorcha encendida... aún. XD

Nah, soy un autónomo con aficiones raras :p

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