Las inconsistencias de George Lucas

El otro día me topé con el trailer del nuevo juego de la saga de Star Wars, que llevará el llamativo título "The Force Unleashed" (algo así como "La fuerza desatada"). Os lo pongo para ilustrar mi siguiente reflexión:

Para empezar, vemos, ni más ni menos, que un tío desvía todo un destructor espacial imperial y hace que se estrelle, deteniéndolo justo a sus pies. No me había impresionado tanto una escena desde que Magneto salvara el pellejo a los buenos en "X-Men 2". Los malos molan siempre más, para qué vamos a engañarnos, precisamente porque nos identificamos más con su pragmatismo. Pero no me quiero desviar. En el trailer, a partir de ese momento, vemos una larga serie de proezas realizadas con la Fuerza, con la que el personaje es prácticamente indestructible, haciendo, como siempre, la vida imposible a los pobres soldados de asalto que están ahí para morir vistosamente y poco más.

Bien, recordando la revisión que hice del Episodio III el otro día, me pregunto cómo es posible que George Lucas no se dé cuenta de las inconsistencias en las que cae con cada estrellita que añade a su particular galaxia de la franquicia Star Wars. En el Episodio III, el senador Palpatine, ya convertido en malvado emperador Darth Sidious, ordena a sus clones la ejecución de la "Orden 66", en virtud de la cual todos los Jedis han de morir a base de blasterazos. Y, digo yo, ¿cómo es que cuando eran tantos fue tan fácil cepillárselos, y cuando solo quedan unos pocos parecen ejércitos de un solo hombre? Chico, ¡es que este muchacho del trailer deja a Vader en pañales!

La impresión que me da es que a Lucas le ha pasado lo que a los padres a los que sus criaturas les vienen grandes con el tiempo. Ha sido esclavo de sus saga clásica en todo momento, de la que ninguno de los episodios I, II o III se ha librado en ningún momento. Dicho por el Obi Wan de "Una nueva esperanza", resulta muy legendario y mitológico decir que cuando se instauró el imperio, todos los Jedis murieron y Anakin murió para renacer como Vader. Esto, sumado a la desmesura de sus juegos, me hace pensar que Lucas no tiene ideas. Se limita a sancionar o rechazar lo que su ejército de creadores le presenta. Ha perdido la mentalidad de albañil de la imaginación para convertirse en un tío tan aburrido que ha de delegar en los efectos especiales para dignificar su cine.

Lo que voy a decir es una herejía para muchos, pero estoy seguro de que si le diesen la franquicia a otro director más fresco y menos anquilosado en su propia fortuna y leyenda, obtendríamos unos Episodios I, II y III dignos, no solo de la saga clásica, sino de sí mismos como tales, sin tener que hacer constantes guiños a las historias que sí nacían de la imaginación y el romanticismo de las naves de cartón piedra de los inicios de Industrial Light & Magic. Y ojalá esa nueva propuesta fuese más sobria. menos colorista, como sus antecesoras, con personajes creíbles y guiones que digan algo más que fórmulas "cliché" o topicazos del género. Bueno, eso no pasará, pero soñar no cuesta nada.

Va por los críticos y los que piensan antes de tragar lo que les dan. Ah, y va también por ti, Jordi, que sé que me lees ;) .