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Agujeros en la dignidad

Hay en España una editorial que, como otras, empezó siendo un pequeño sueño en un despoblado rincón del mercado de los libros: los juegos de rol. En la forma, hoy apenas queda nada de ese club de amiguetes que se lanzaron a la aventura de sacar manuales de rol de discutible calidad física (la calidad literaria o de contenido no les corresponde a ellos, salvo en lo que afecta a las traducciones, que tampoco eran del más allá), aunque en el fondo persiste ese ánimo de estafa al usuario, ese regustillo por sacar lo máximo del mínimo esfuerzo, confiando siempre en que nadie les castigue por su`premeditada dejadez. Esa editorial ha crecido y ahora aspira a codearse con las grandes y, quién sabe, a que un día Planeta la compre y sus dueños se retiren con una más que generosa cantidad en los bolsillos. Porque, en definitiva, de eso se trata para algunos.

hace algún tiempo que los juegos de rol quedaron atrás en las prioridades de esta gente, y no lo critico. Imagino que al ver cómo se vendían las primeras novelas que se atrevían a sacar, pensaron que perdían el tiempo publicando manuales de rol que compraban cuatro gatos y que apenas dejaban los beneficios de los que ellos se creían merecedores. No les culpo; al menos no critico la legítima ambición de prosperar en la vida. Lo que sí critico es a costa de qué lo hacen.

En su deriva hacia la novela, abandonando en el proceso los juegos, esta editorial ha incurrido en vaerias "promociones de Halloween", de la última de las cuales me hago eco ahora (sí, en febrero... en alguna parte debe de ser Halloween). Lo que siempre ha hecho esta gente ha sido saldar sus libros identificándolos con un agujero en la esquina superior izquierda. Sí, lo que leen, un agujero (supongo que esto escandalizará a los profanos). Algo tan sencillo como apilar varios ejemplares de la línea saldada y meterle un amoroso beso con broca fina y un buen taladro. Afortunado es aquel a quien le toque el último ejemplar de la pila, porque a lo mejor el taladro no llega con toda su vehemencia y puede llevarse a casa un ejemplar bastante rebajado y con apenas una muesca donde debería haber un agujero. Los demás... Bueno, pera gustos, colores.

Hay quien justifica la medida con que para rebajar el precio de un libro más allá del 5% que permite la ley en españa, los ejemplares han de estar defectuosos de alguna manera. Bingo, destrozamos un poco los libros para que entren dentro de esa categoría, y los rebajamos... Todo por amor del consumidor y para que pueda contar con un manual a buen precio (9,99€ los básicos y un sugerente 6,66€ las ampliaciones). Yo no me lo creo tanto. Vale que un distribuidor tiene ese corsé legal en cuanto a los precios para homogeneizar mínimamente la competencia dentro del sector, pero el editor es otra cosa. Puede rebajar los precios lo que se le ponga en la punta del capirote, como si con ello quiere perder dinero.

La otra razón que se aduce, quizá más plausible, es que en realidad el agujero se hace para distinguir las tiradas de precio normal y las rebajadas de cara al tema de las devoluciones de los tenderos. Claro, en vez de gastar el dinero en poner un sello o una pegatina, taladramos el libro, no vaya a ser que nos engañe el de la tienda cambiando pegatinas o falsificando sellos. Lo triste no es que este mundillo sea tan cainita, sino que los que pululamos en él reforcemos esa idea con tanto ímpetu.

Mención aparte merecen los que dicen que el agujero no molesta, que el libro se lee bien... Menos cuando tienes la mala suerte de que el agujero se ha ido un poco de madre y ha caído en pleno texto. Pero bueno... Me ha salido más barato...

Lo que a mí más me duele es que el rolero de a pie consienta que le metan un agujero en su dignidad de cliente y consumidor. Casi todos mis copañeros de afición prefieren ver el árbol (la rebaja) en lugar del bosque (que te venden un producto roto a posta). Allá ellos, pero con esa actitud de mansedumbre no hacen sino incentivar a que la editorial de la que hablo siga haciendo de las suyas. Pareciera que los roleros somos los primos pobres del consumidor medio de libros, porque nos echan lo que sea y nos lo comemos. Mira que me he pasado veces por la sección de libros de saldo en El Corte Inglés y nunca había visto un ejemplar al que le hubieran arrancado parte de la portada o lo hubieran agujereado para justificar la rebaja. De hecho nunca he visto que en ningún sector se deteriore un producto desde la fábrica para venderlo por debajo de su precio original. Imaginad lo que pasaría con los consumidores si nos quitasen los botones de los reproductores de DVD, o escenas de una película, o páginas de un manual, o las ruedas de una bici... cualquier cosa, con tal de justificar la rebaja. Me parece lamentable, indignante y triste, no solo que nos hagan esto por ser rol, sino que algunos de nosotros pasemos por el aro.

Maduremos, pasemos la página del pobre jugador de rol que no tiene dinero y recurre la cualquier memez para tener un libro... Seamos como cualquier otra persona que paga por algo y exige la calidad de ese algo. Si no cambiamos, siempre habrá una Factoría de malas ideas ideando planes para estafarnos y que nos creamos que con ello nos perdona la vida.
Agujeros en la dignidad Reviewed by Omar El Kashef on 11:24 Rating: 5

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Entiendo tu punto de vista, pero en definitiva me alegro de que la Factoría liquide definitivamente su stock y se dedique por entero a las novelas.

Por otro lado, ¿los libreros no dicen nada al respecto? Les distribuyen material defectuoso aposta, y encima porque les consideran potenciales estafadores. Yo por lo menos le daría una pensada al asunto.

Omar El Kashef dijo...

No, si me parece bien que dejen vía libre en el rol, pero a mi modo de ver las cosas no se pueden hacer de cualquier manera o "a cualquier precio". De los libreros mejor ni hablemos... Ellos son los primeros que pasan del rol y lo relegan a la mazmorra de la tienda, aduciendo que se vende poco. A ellos les da todo igual, mientras vendan lo poco que venden. De hecho, un librero, con ese nombre, se tomaría las cosas de otra manera y le echaría esa pensada que dices, pero los que nos ocupan son tenderos, que saben tanto o tan poco de libros, como de cómics, como de figuras, etc...

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