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Opeth - Watershed



A barren waste is your land,
Crops they were sown to die.
This skin is a mirror,
The eyes hover with ignorance,
Hell throb from your lips,
Sucked in and safe from the world of sleep.


OBRA MAESTRA

Con la llegada de Michael Askerfeldt en 1990, Opeth pasó de ser una banda denostada por público y crítica a convertirse en todo un referente del Death Metal Progresivo mundial. Desde luego, para un servidor han sido todo un descubrimiento, pese a que había leído maravillas de ellos y muchos de mis compañeros afirmaban que el grupo sueco era todo un portento de virtuosismo en todas sus facetas, nunca me decidí a dar el paso. Watershed, su noveno trabajo de estudio publicado hace ya casi tres años, ha sido mi última adquisición y si tuviese que decir algo de él, sería que desde que escuché Scenes From a Memory de Dream Theater, no había tenido una sensación de perfección igual en lo que a este género respecta, huelga decir por tanto, que este álbum es probablemente junto con el citado anteriormente, el mejor y mayor exponente del Metal Progresivo de la década pasada.

Watershed está compuesto por siete cortes, pero que nadie se engañe, la duración del mismo supera la hora de duración, más de sesenta minutos de una densidad tremenda y una escucha para nada fácil, absténgase pues de la audición del mismo los oídos y las mentes más cerrados y conformistas, pues escasas son las concesiones que el grupo otorga, todo ello arropado por una producción espectacular, unas composiciones de dimensiones épicas y una destreza instrumental fantástica por parte de todos los componentes de la formación.

La dulce voz Nathalie Lorichs es el complemento perfecto junto a la de Askerfeldt, para dibujar las hermosas líneas melódicas de ‘Coil’, el exquisito preludio acústico enlazado a los pocos minutos con ‘Heir Apparent’, punto en el que comienzan los contrastes, dado que este es un corte extremadamente oscuro, en el que hace por primera vez aparición el tremendo registro gutural del vocalista, un tema repleto de riffs atronadores, cambios de compás, modulaciones pasajeras, fantásticos solos, delicados interludios acústicos cortados por brutales secciones de puro Death Metal.

Pues bien si todo esto parece mucho, no es nada comparado con ‘The Lotus Eater’ , sin duda el tema estrella cuyo análisis daría para rellenar más y más páginas, de modo que trataremos de sintetizarlo lo más posible. El Devorador de Loto se inicia con un engañoso tarareo acomodado sobre un sintetizador, la calma dura poco, pues tras este, estalla una carga extrema de distorsión y un tremendo blast beat contrastante con el registro limpio de Askerfeldt, aunque los guturales no se hacen de esperar dando comienzo un duelo que se mantiene durante todo el discurso, una ráfaga de cambios de tempo y emisión vocal (hasta incluso en falsete), disonancias que rozan el atonalismo… todo ello damas y caballeros, en tan sólo 4 minutos, es decir, todavía estamos a mitad de tema, a partir de este punto comienza un largo interludio instrumental dividido en varias secciones, siendo la primera de este un magistral semi-acústico puramente “Zeppeliano” que da paso a la sección más progresiva del tema, en la que se ven claramente las influencias de King Crimson, interrumpida de nuevo para subir hasta otro clímax sonoro que desemboca en un fascinante capítulo de voces dispersas, en las que si escuchamos con atención, se mezclan diferentes idiomas, “me he dado cuenta de que no decía nada” es la frase escogida en castellano que se difumina junto con el resto de voces, disonancias e interferencias. Dado que la escritura y el lenguaje nunca son suficientes para describir la música, aquí tenéis al Devorador:


Burden es el siguiente corte… la voz de Michael describe las preciosas líneas melancólicas que dan forma a esta hermosísima balada, Per Wiberg se atreve con un magistral solo de Hammond clásico. Maravillosos también los arreglos vocales en la sección del coro, así como el colchón armónico sobre el que reposa el tema. La coda acústica  es una de esas ideas que solo a un genio se le ocurríría introducir en un tema como este… 

El reposo se extiende hasta ‘Porcelain Heart´, pese a ser un tema más bien potente, destaca por la excelente progresión, de nuevo hay numerosas secciones contrastantes entre sí, especial mención merece el acústico que podemos escuchar hacia el minuto 5, en el que se pueden apreciar las influencias clásicas que posee Opeth, de nuevo ornamentadas por la voz.

El choque definitivo de experimentación y vanguardia sonora llega a su punto álgido con ‘Hessian Peel’ el tema avanza por un complejo trazo rítmico-armónico protagonizado por una extensa divergencia de registros y virtuosismo en el que absolutamente todo tiene cabida, resulta realmente estremecedor.

‘Hex Omeg’ es el broche final, un tema alucinante en el que de nuevo se oponen y complementan entre si los elementos que cimentan y desarrollan la disertación sonora.

La escucha de Watershed ha sido, y es, una de las mayores y mejores experiencias musicales dentro del Metal Progresivo que he podido tener nunca, un álbum de auténtico lujo en el que exprimen la ingente cantidad de recursos y conocimientos que posee la banda, sobre todo, el indiscutible genio y talento de Michael Askerfeldt, un auténtico portento. 


Por otro lado, recomiendo altamente la escucha de Ghost Reveries, otra cima del Metal Progresivo, género del que muchos deberían aprender.

Opeth - Watershed Reviewed by Anónimo on 14:47 Rating: 5

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18 comentarios:

Gary Arkham dijo...

Muy buen disco, sí señor. Me ha gustado el análisis :)

Anónimo dijo...

Gracias por tus palabras Gary. Desde luego la escucha de este álbum para mi ha sido una auténtica bofetada, no esperaba algo tan enorme. Poco a poco me iré haciendo con la discografía de estos talentos.

Alberto Lopez dijo...

Joder, con descripciones como esta da gusto descubrir discos y grupos desconocidos... tengo Spotify hechando humo! Chapó!

Anónimo dijo...

Beto compañero!!!!

Si hay algo que me hace ilusión es hacer que a la gente le pique el gusanillo y escuche buena música.

Gracias por tus comentarios, como siempre un placer leerte.

Un abrazo :)

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

Muy buen análisis Milán. Yo hace poco menos de un año que descubrí la banda. Hasta entonces sólo conocía el Orchid desde varios años atrás, y de vez en cuando pensaba: "tengo que escuchar Opeth, es un grupo de culto". Así que me puse y dios... Creo que ha desbancado a Dream T o a quien fuera como mi grupo predilecto. He pasado muchas horas escribiendo al ritmo de todos sus discos y les debo grandes dosis de inspiración y profunda calma.

Todavía no he conseguido deglutir toda su música lo suficiente como para decantarme de manera absoluta por un disco, pero si tuviera que hacerlo ahora, escogería Blackwater Park; y si tuviera que nombrar una canción sería Ghost of Perdition.

¿Qué comerán los jodidos suecos?

:)

Omar El Kashef dijo...

Percibo las cualidades de las que habla mi estimadísimo compañero Milán, pero he de confesar que este grupo no sintoniza en absoluto conmigo, especialmente cuando sale la bestia XD. ¡Lo he intentado, pero se me hace cuestarribísima! XD XD

¡Ojalá lo hubiese descubierto cuando tenía 15 años menos, cuando estaba más predispuesto!

Muchas gracias por la reseña, Milán ;)

Anónimo dijo...

Bulldozzzer: Me siento alagadísimo, muchas gracias, me alegra que te guste el análisis y el álbum.
Yo tampoco sé que narices comen estos tipos, hay que ver el increíble derroche de imaginación con el que dotan a cada nota...

Avatar: No son nada fáciles de escuchar estos tipos y requieren como bien dices, predisposición por parte del oyente, teniendo en cuenta que Dream Theater no te molan y que te aburriste soberanamente con Scenes from a Memory lo raro hubiera sido que te molasen ;P

Omar El Kashef dijo...

Pues a mí en general Dream Theater no me disgusta, en especial el último disco que reseñaste. Insisto en que parte de el desamor es la manía de gruñir como osos cavernarios :p En fin, cosas de gustos :)

Anónimo dijo...

Desde luego que lo de las voces es cuestión de gustos... a los de este mundillo les da por gruñir como osos cavernarios y a los del rap o el beatbox les da por escupir como si tuviesen coqueluche :P...

Omar El Kashef dijo...

Venga va, sí, hay mucha mierda en el mundo, pero no hagamos como los políticos, que cada vez que les mentas sus vergüenzas te sacan las de enfrente y al final la casa sin barrer XD XD

Habrá a quien le guste el berrido del rapero como el del rockero progresivo. ¡Sí que es cuestión de gustos entonces! XD XD

Anónimo dijo...

Pues a eso mismo me refiero, a que es cuestión de gustos, te estoy dando la razón.

Omar El Kashef dijo...

Sí, sí, lo sé :) Sólo recalcaba que a mí de poco me sirve que otros hagan "barbaridades" cuando lo que quisiera yo es sintonizar con Opeth, que es el tema de la entrada :p

Anónimo dijo...

Lo del rollo de los guturales, a mi modo de ver, a parte de responder a una estética, responde a la manera de articular la voz sobre texturas tan oscuras con afinaciones tan graves, por otro lado creo es el modo en el que mejor puede expresarse lo que dice la letra.

Sintonizar con medios de expresión más complejos ya sea en música, cine, literatura etc. depende en gran parte del grado de implicación que se quiera tener con los mismos, en palabras de de Harnoncourt: "Si el arte sólo es agradable, es que sólo está hecho para ignorantes"

Omar El Kashef dijo...

Ya sé que no me estás llamando ignorante, pero preferiría que también lo pareciese ;)

Qué duro puedes sonar por escrito, Milán, qué duro :p

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

Milán
En realidad no es el primer análisis que leo de los tuyos y con mi memoria deficiente no recuerdo si lo dije antes, pero te lo curras tela. Es de agradecer desde luego.

Dicho sea ya de paso me escuché un par de veces el disco del James Labrie, y mola aunque me esperaba algo progresivo. La voz burraca no me acaba de convencer, soy demasiado sensible a esas voces y me gusta que tengan timbres muy concretos, y el de ese tipo no me estimula.

Avatar
No tengo el gusto de conocer tus inclinaciones musicales, pero el death y el progresivo son de las cosas más complicadas de asimilar por sus ritmos cambiantes y las complejidades técnicas y armónicas que componen sus melodías, de modo que es difícil hacerse con Opeth incluso para los que hemos escuchado mucho progresivo, death, black, etc. Yo te recomiendo que escuches el Damnation. Es un disco en el que todas las canciones son tranquilitas como Coil o Burden y el tipo nunca pone voz demoníaca. Es su disco raro que poco tiene que ver con el resto, pero a mí me encanta, sobre todo la tercera canción.

El tema de las voces es algo complejo también. Yo creo que es un proceso paulatino; no puedes llegar y meterte a saco con voces así porque no es normal. Lo suyo es ir ascendiendo en una escala en la que lo nuevo que escuchas siempre te parece lo más salvaje que has escuchado nunca en una voz hasta que accedes al siguiente escalafón. Mi progresión fue la siguiente: Guns and Roses, Offspring, Metallica, Sepultura, Cradle of Filth. Más poco a poco duele menos. Es ni más ni menos un entrenamiento ;)

Anónimo dijo...

Ni te estoy llamando ignorante, ni pretendo que lo parezca, si ha sido a sí lo siento. Si no se sintoniza con algo genial, solo digo que hay cosas más duras o más abstractas que pueden resultar complejas de entender y podemos o no, hacer un esfuerzo por entenderlas, depende de cada cual. Con esa frase lo único que se dice es que para que algo sea bueno debe haber luces y sombras (también puedes o no sintonizar con la frase) ;)

A mí desde luego es lo que me pasa con determinadas películas o sin ir más lejos con el rol, que requiere por parte mi parte de un esfuerzo que no siempre me apetece hacer.

Kaze dijo...

Suelo escuchar los discos de opeth de su etapa de rock progresivo, como damnnation, y morningrise de su etapa death progresivo(que no tenia una estructura muy aterrizada, y frecuentemente me parecia estar escuchando jams en vez de canciones de metal progresivo, buenos jams, pero muchas veces incompatibles a mi punto de vista).

No había nacido un interéz en mi de ponerme al tanto de ellos, hasta hoy, que tú lo hayas calificado como obra maestra me dice que será mejor de lo que yo pueda esperar.

Anónimo dijo...

Hey Kaze, que bueno contar de nuevo contigo por estos lares. Opeth son un grupo fantástico, reconozco que sus últimos dos o tres discos son los que han hecho despertar mi interés por ellos, la etapa death metal es la que se me hace más cuesta arriba, pero no dejo de reconocer que es brillante. Este Watershed es una auténtica joya, no te arrepentirás de escucharlo.

Gracias por pasar ;)

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