El síndrome del Asesino
Desde que cada año un nuevo título de 'Assassin's Creed' asoma la oreja cual pasarela Cibeles (o Madrid Fashion Week, como la llaman ahora), suscitando en nosotros qué es lo que traerá de nuevo la marca, siempre se las ha arreglado para que los fans flipemos ante las promesas de un nuevo giro de tuerca. ¿Qué mecánica nueva, qué posibilidades inéditas nos traerá ahora el asesino de turno? Pero, lo mejor, ¿qué época abordará para que disfrutemos de este turismo histórico en 2D?
Son preguntas legítimas, aunque desde AC II yo me pregunto siempre: ¿conseguirán mantener la consistencia del guión? Porque, señores, desde que Ezio se estrenara en nuestras consolas y PC, lo que realmente ha sido la norma de Ubisoft ha sido levantar unas expectativas argumentales que luego he visto derrumbarse como un helado en verano. Mal asunto si, a medida que ves las escenas cinemáticas que avanzan la historia, se te ocurren decenas de ideas para ir por otros derroteros más interesantes. Vale, ya me bajo de la burra.
Pero seamos honestos: quizá por la masificación creativa o por las prisas de sacar un juego al año, cual nefasto Modern Warfare, la credencial de Ubi es que sus historias de asesinos se difuminan ellas solas, dejando escapar a personajes cojonudos y llenos de posibilidades por las grietas de un guión a veces simplón y repetitivo. Ay, Leonardo, Leonardo, cómo eché de menos un poco de sagacidad aparte de ser el manitas de Ezio. Ay, Connor, cómo eché de menos... todo.
Con AC III, se ve que a los desarrolladores se les encendió la bombilla y vieron que tenían entre manos el juego que TENÍAN que hacer y no habían hecho: uno de piratas. Sí, sinceramente, lo mejor de AC III fue la innovadora mecánica de combates navales y gestión del barco, más arcade que simulador, pero ideal para una afición ávida de novedades sustanciales. Y lástima, porque la cosa se quedaba corta, como aspecto secundario del juego que era.
Y llega AC IV Black Flag, diseñado precisamente alrededor del concepto naval, mejorado, potenciado, pulido, y un auténtico sandbox, como dicen los propios desarrolladores, en un paso atrás en la línea histórica que no tiene precedentes. Aquí es donde yo me pregunto: ¿improvisación y huida hacia adelante (atrás, en este caso), o renovación sustancial de la franquicia? Tenemos las mismas promesas de siempre, incluidos personajes de marcado carácter, como el mismísimo Barbanegra y sus mechas encendidas antes del asalto. ¿Tendremos una historia que no se diluya conforme avance la trama? Será un verdadero sandbox? ¿Merecerá la pena comerciar y gestionar la flota, o será más de lo mismo?
Estoy deseando averiguarlo, y fijaos si soy optimista, que me reservaré para la PS4.
El síndrome del Asesino
Reviewed by Omar El Kashef
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16:02
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2 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo. Para mí, y dejando atrás el primer juego (más una promesa de lo que podía llegar a ser la generación entrante que un buen juego en sí, la trilogía de Ezio fue de lo mejorcito que he jugado en mi vida. Assassins Creed 2 me sorprendió en lo argumental como no esperaba NI DE COÑA. Y la hermandad, aunque más previsible, me pareció el mejor título en lo jugable de la franquicia... Revelations no era mal cierre... Pero ya empezaba a perder agua...
Y luego el 3 fue un despropósito. Así, sin más. Y no me refiero a él como "un juego", si no como un Assassinss Creed. Recuerdo que al poco de acabarlo, y con el sabor que tenía en la boca, hice una reflexión cortita pero que creo que explicaba muy bien lo poco que había sentido con ese juego... Para mi, lo mejor que se había visto en la saga se sustentaba en 3 pilares: El personaje y su implicación en la trama asesina, la ambientación y lo bien que encajara esta en la mecánica (la jugable y la de la propia hermandad como "ente"), y por último, y para mi más importante: el nivel de los antagonistas. Los Borgia eran malos malosos del copón. En mi opinión, ninguno de esos 3 pilares funcionan en el 3. Ni el personaje es creíble, ni la ambientación termina de pegar con el concepto de la hermandad asesina ni la mecánica de juego... Ni, por mucho engaño que me metan en el prólogo, el antagonista llega a la altura de los zapatos a nadie.
En fin... ¿Y que espero del cuarto? Pues CREO que algo mejor... No lo digo con la boca muy grande, porque tampoco me sorprendería que continuara la mediocridad... Pero espero de verdad que levanten el vuelo...
De la experiencia de aventura no dudo ni lo más mínimo... Escenarios, paisajes, saltos... Eso no creo que falte. Nunca ha faltado y nunca lo hara. Jugarlo, lo jugaré. Seguro. Porque solo eso ya me hace sentir como un niño pequeño :) xD
¡Sal de mi cabeza, maldito! ¡Me robas los pensamientos! XD XD
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