Los muertos vivientes

Siguiendo con mi paulatina vuelta al cómic, que ya mencioné en otros post, quiero compartir con vosotros uno de mis últimos descubrimientos (como casi todos los de este terreno gracias a un buen amigo que siempre va abriendo brecha y por donde me cuelo con todo mi oportunismo). En este caso, el guionista Robert Kirkman y el dibujante Tony Moore han unido fuerzas para dar un gusto a los amantes del terror con zombis. Leer el prólogo del propio guionista ya promete. En él se queja de que muchas veces se trata la idea de los zombis como un mero pretexto de gore y vísceras sin sentido y que casi nunca sabemos al final por qué surgen estos zombis. Por ello, ha creado esta serie abierta de cómics con el llamativo nombre de "Los muertos vivientes", que ilustrará las desventuras de un superviviente en un mundo arrasado. Este antiguo policía se despierta un día en el hospital donde había sido ingresado a causa de un balazo y descubre que no hay nadie. Su mujer y su hijo han desaparecido, al igual que el resto del mundo que él conocía. Solo queda la silenciosa devastacón de un mundo lleno de muertos que caminan...

Según el autor, la pretensión es contar una historia de forma exhasutiva, sin las limitaciones de tiempo y espacio de otros géneros, como el cine. Quiere que sus personajes evolucionen, que los veamos crecer o apagarse en un mundo que ya no es el que conocemos. Pero con eso no se conforma. Kirkman también quiere explorar las razones que de que haya muertos andantes por el mundo y que, por pereza o falta de tiempo, siempre se quedan en el tintero en películas míticas del género.

Yo me he leído el primer volumen de los 5 que se han publicado en España y estoy encantado. No es una historia de zombis donde lo que prime sean las tripas colgantes y la carne desgarrada (auqnue, cuando pasa, no se corta y es bastante explícito). Lo importante son los personajes y la extraña sensación que te queda al ver un mundo muy parecido al tuyo en el que ya no hay supermercados, comida, servicios públicos o una radio que escuchar. Intriga, entretenimiento, escalofríos y buenas dosis de adrenalina dan a esta serie ese regustillo agridulce del que disfrutams explorando la mente humana cuando es llevada al extremo.