La Duda

Adoro que en estos tiempos de tecnología y efectos especiales todavía queden actores a los que no les haga falta ningún tipo de caracterización para hacer que nos creamos al personaje que interpretan. Desde la "Joanna Kramer" de Kramer contra Kramer, pasando por "Karen Blixen" en Memorias de África, o "Clarissa Vaughan" en Las Horas no hay personaje que Meryl Streep no borde. Sólo con sus gestos es capaz de dar un cariz diferente a cada vida que interpreta, y la hermana Aloysius Beauvier no iba a ser diferente. Esta monja encarna el lado más radical de la iglesia católica, el “porque yo lo digo”, el “lo sé, y basta”. Capaz de juzgar la vida de una persona por el simple hecho de tener la impresión de algo y de hundirla porque esa impresión se convierte en una certeza en su cabeza, su víctima es el padre Brendan Flynn (Philip Seymour Hoffman), un párroco que intenta mostrar la cara más amable de la iglesia en el colegio católico San Nicolás (en el Bronx del año 1964), del que la hermana Aloysius es la directora. No existe la menor duda para ella: el padre Flynn se ha propasado con el primer alumno negro que asiste al colegio. La exhibición de poderío y empaque de los dos actores principales no empaña la actuación de Amy Adams, que interpreta a la hermana James, la joven profesora de historia del colegio que comienza a tirar del hilo del argumento. Si bien en España la recordamos por Encantada: La historia de Giselle, con La Duda ha demostrado que es capaz de interpretar personajes complejos.

¿Es suficiente la experiencia adquirida a lo largo de los años, haber conocido un amplio abanico de personas, para condenar a alguien de un simple vistazo? ¿Hasta dónde se puede uno guiar del “piensa mal y acertarás”? ¿Puede una monja permitirse el lujo de pecar para conseguir un objetivo, por muy ético que éste sea? La iglesia, cuando lo necesita, hace uso de aquello que condena añadiéndole el adjetivo “piadoso”. ¿Acaso no es pecado querer ejercer el papel de Dios, condenando a los demás antes de que el cielo les juzgue? Si de algo me ha convencido esta película es que la iglesia católica es verdaderamente contradictoria. O más bien nada consecuente.

No quiero pasar por alto la maravillosa aunque breve aparición de Viola Davis, que interpreta a la madre del niño supuestamente sometido a abusos sexuales. En una época en la que los derechos de los negros son tan inferiores a los de los blancos que ser menos que nada en la sociedad es parte de la normalidad, pura rutina, esta madre sólo espera que, pase lo que pase, su hijo pueda terminar la educación básica. Con el resto, simplemente se conforma.

Ve a verla si quieres conocer de cerca lo que significa interpretar a un personaje, porque no te va a decepcionar.