Terremoto Google (y II)

Por Pacop

Da cierta lástima el que, después de años trabajando y desarrollando Linux en la sombra, apenas arañando muescas al imperio Microsoft, llegue Google y, en un día, ponga el mundo de la informática patas arriba con el, nada sorprendente pero extremadamente mediático, anuncio de su sistema operativo Chrome.

Sin embargo, su condición de distribución libre, es motivo de alegría porque, al fin, el modelo de negocio de Bill Gates ha sido torpedeado cuando el barco flaqueaba más. Un modelo basado en la prepotencia y el abuso de la ignorancia de los usuarios (y, por dios, no lo digo en modo peyorativo alguno), a quienes se les ha acostumbrado a una sola visón, un solo modelo... a un precio desorbitado. Un sistema operativo desarrollado por miles de programadores a sueldo, supuestamente coordinados en un departamento, no puede resultar en una cagada (y me disculpen el término) como Vista, de potencial inferior (o igual o un poquito superior, me da lo mismo) a sistemas desarrollados por gente voluntaria sin mayor coordinación que la que puede ofrecer el correo electrónico. Y luego no exigir, sino obligar al usuario a pagar una licencia por un producto inacabado y restrictivo hasta lo nauseabundo.

Pero también debería ser un aviso para todos aquellos informáticos celosos de sus conocimientos. Cansado estoy de haberme topado una y otra vez con los mismos diosecillos de la programación y haberme estrellado mil veces contra el muro de su prepotencia. Personas que, siendo unos verdaderos genios de las redes o la programación, no comparten sus habilidades por considerar que el resto de la gente, si quiere saber lo que ellos saben, han de buscarse la vida como hicieron ellos y, si no pueden, es que son unos torpes ignorantes (lusers) a quienes la informática les ha de estar vedada (y no estoy exagerando). Google ha basado su éxito en la sencillez, abriéndose a todos y sin dejar de ser una corporación ambiciosa, que ha tenido la osadía de poner la espada de Damocles sobre la cabeza del gigante de Redmond.

Y no es solo porque haya hecho el anuncio oficial del lanzamiento de Chrome a pocos meses de la puesta a la venta del nuevo vástago de Microsoft, Windows 7. Lo que está sacudiendo el planeta digital es el interés suscitado por algunas de las grandes compañías mundiales de hardware y software para colaborar en el desarrollo e implantación del nuevo sistema operativo. Nada menos que monstruos como Hewlett-Packard, Acer, Lenovo (donde tiene puesto un pequeño pie IBM) o Adobe están en la lista y, según la propia Google, trabajan ya codo con codo con estas empresas para acelerar el lanzamiento. Es sin duda un terremoto, ya que de implantarse un sistema operativo libre de serie en portátiles de consumo, la guerra de precios no habrá hecho más que empezar.

No en vano, en la campaña de Navidad pasada, Acer lanzó al mercado un modelo de PC con dos versiones: uno con Vista y otro con Ubuntu. Los resultados los desconozco, pero supongo que el miedo de la gente a Linux no daría buenos resultados al segundo. Sin embargo la diferencia de precio era de unos 60€. Si esto se generaliza, Microsoft no tendrá más remedio que vender su sistemas a la baja y, aún así, no podrá competir contra un sistema liberado y gratuito. A Windows no le quedarán más que dos salidas: liberar su código o morir.