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'Luces rojas', o el talento fugado



¿Os ha gustado el tráiler?


No es necesario que así haya sido, porque esta entrada en realidad no va de la película en sí, sino de lo que significa para mí que un film que podría pasar perfectamente por la batuta de uno de esos renombrados directores americanos venga firmado por un tal Rodrigo Cortés, el mismo que está detrás de la tapa del ataúd de 'Buried'.

Hace tiempo (ya cuatro años, que no es poco) escribí una entrada acerca de cómo se les afloja el esfínter a los artistas del cine español cuando Hollywood llama a las puertas, olvidando como por arte de magia su militancia anti industria, reclamando una formulación más intimista y reducida del cine como expresión del espíritu. Los mismos que luego, en el fondo y en la superficie, sueñan escenas húmedas con un calvo de oro en pelota picada que apenas se esconde las vergüenzas con una especie de espada larga. Creo que es un problema de plena actualidad en el cine español, sobre todo con esta hornada de nuevos actores-golosina que paren las series de televisión con la estampa de ídolo adolescente de serie. Todos dicen lo mismos, y anhelan lo mismos (salir a Hollywood), pero con la boca pequeña, como si fuese un pecado leve querer ser más.



Es una posición cómoda la del artista español, ya que milita desde la comodidad de su poltrona, que ya adolece de la forma de mil culos en el cojín, como el sofá de Homer Simpson. No serán ellos los que, con la salvedad de las excepciones que confirman la regla, osen reventar desde dentro el modelo cinematográfico español que se sienta en el formulismo caduco y la subvencionitis crónica con una parsimonia flagrante, mientras que los que de verdad quieren trascender los límites de este diminuto cuartito tienen que migrar, como los pioneros de otros tiempos, a tierras más fértiles para sus ideas.

Somos como los eternos aspirantes a algo mejor, conformistas del papel recurrente que se nos reserva en el cine extranjero, en la meca del cine concretamente (casi siempre de inmigrante hispano o sirvienta con muchas ganas de vivir el sueño americano), como una especie de guiño a la propia propia realidad. Mientras aquí nos conformamos con refritos de comedia de enredo, romántica y tímidos asomos a género menos vistos, como la acción o la ciencia ficción, señalamos con dedo acusador a los que se lo toman como una industria, esputando arte y amor al arte por la boca cuando en realidad ansiamos hacer lo que ellos, pero sin el riesgo que ellos asumen. Es como con los juegos de rol, y cada vez estoy más convencido que esta militancia de butaca es algo muy, muy español.

Sin embargo hay algunos que se atreven a dar el paso, a salir hacia los grandes talleres que les permitan hacer su cine sin que parezca una mala imitación, discretamente, sin presumir en la ridícula alfombra de los Goya de nada más que de su trabajo, no de sus pretensiones, como el propio Rodrigo Cortés o Juan Carlos Fresnadillo antes que él. Son dos ejemplos entre tantos que vienen a reafirmar que, desde que Colón puso el pie en las Américas, España se ha acostumbrado a echar lejos a sus hijos para que encuentren por ahí lo que aquí no se les quiere dar por puro inmovilismo. Ahora, sólo ahora, descubrimos los thrillers de acción, el terror psicológico y las series de acción, cuando en el resto del mundo ya es un caldo añejo. Ojalá algún día nos adelantemos a la tendencia, la marquemos, aunque me temo que eso pasará por, como he dicho, echar a nuestros talentos al exterior. Y no es sólo cosa del cine; es la ciencia, la medicina, la enfermería, las artes... El talento en general.

A mí el tráiler que encabeza esta entrada tampoco es que me haya cautivado, las cosas como son, pero es su factura, su acabado, el tema que trata, los actores que intervienen en la película siendo su director español lo que me llama la atención. Para bien o para mal, es una película que podría haber firmado cualquier otro grande del oficio. Dudo que pudiésemos ver aquí un cine así. Carecemos de los productores con visión suficiente como para apostar, arriesgar, por algo, por alguien distinto. Quizá esté ahí una de las razones de la permanente crisis de nuestro cine. Pero tampoco pidamos que reflexionen. Eso se sale de su sueldo, que apenas les da para llorar por las esquinas.

En todo caso, deberíamos empezar a admitir que, en el fondo de nuestras ansias de diferenciarnos de la máquina de Hollywood, en el fondo siempre quisimos parecernos a ellos.
'Luces rojas', o el talento fugado Reviewed by Omar El Kashef on 11:21 Rating: 5

4 comentarios:

Athal Bert dijo...

Si solo fuera en cine... y ¿Carlos Pacheco dibujando para Marvel cómics? por no hablar de la ciencia...

Omar El Kashef dijo...

En efecto ;) Por eso me refería también a otros campos, como la ciencia, la enfermería y el arte en general, donde los españoles son más valorados que en su propia casa. Una verdadera lástima.

Unknown dijo...

Somos un pais de pandereta...totalmente de acuerdo con la entrada.

Omar El Kashef dijo...

La mejor definición de nuestro país, y que no pasa de moda, ¿eh? XD XD

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