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'Kingsman', hostias como pastas de té


¿Qué pasa si mezclamos a los caballeros de la Tabla Redonda, James Bond y un toque de Jason Bourne? Pues que nos sale 'Kingsman', una rama del servicio secreto británico que se distingue por dos cosas: su eficiencia operativa y su inigualable elegancia a la hora de repartir hostias como, en este caso, pastitas de té. Y si digo que su cuartel general está en una sastrería de Londres, ¿quién demonios puede resistirse a asomarse a su propuesta?

'Kingsman' es la historia de un mentor y un alumno aventajado, de una vieja deuda pendiente de saldar y de un conflicto que enfrenta al mundo con un megalómano, dos tópicos del género en uno que podrían considerarse una gota más en el océano de no ser por la solvencia con la que se manejan las secuencias de acción, el humor negro y el gamberrismo de porcelana y té. No en vano, recoge los ingredientes de las películas su directa y confesa inspiradora: la narrativa de James Bond, actualizándola a las demandas de nuestro tiempo sabiendo dónde romer sus clichés e incluso reírse de ellos: el toque gamberro urbano, la genial coreografía de las peleas, los gadgets que bordean el ridículo y un malo, hilarantemente interpretado por Samuel L. Jackson, que flirtea constantemente con el histrionismo y hasta puede llegar a ser simpático. ¡Pero si hasta Mark Hamill hace un cameo!

A pesar de que pueda sonar a lo contrario, 'Kingsman' es una gran película que sabe representar muy bien su origen como cómic sin que rechine el conjunto, y cuyo elemento diferenciador, lo que impide que caiga en el pozo del ridículo, es su implacable britanismo, con lo que conlleva de fino humor e ironía llena de filo. Cómo envidio a esos bárbaros de la mayor isla europea por ser capaces de impregnar sus historias con eso tan suyo y que difícilmente los demás podríamos traer a nuestra propia idiosincrasia. Jamás pensé que vería a Colin Firth destrozando un bar rompiendo jarras de cerveza en la cabeza de una pandilla de palurdos sin despeinarse ni perder la elegancia, paraguas en mano, pero es que tanto él como los demás actores del reparto encajan tan bien en sus papeles como el resto de elementos del cóctel.

Poco más quiero decir de esta película porque creo sinceramente que merece ser vista sin más introducción o reseña, y si es en versión original, mejor.

Mi valoración:
'Kingsman', hostias como pastas de té Reviewed by Omar El Kashef on 8:48 Rating: 5

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2 comentarios:

Max dijo...

No hago más que leer buenas reseñas de esta película y me pregunto si habré visto la misma versión que el resto del mundo :P

Omar El Kashef dijo...

Lo más probable es que los demás no hayamos visto la misma versión que tú XD

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