Las dentelladas ciegas
Hace días que me topé con un interesante y polémico post en Enrolados.com, donde se venía a criticar el proceder de NSR de cara a las tiendas. Iba a aportar un comentario al respecto, sobre todo después del revuelo que se ha generado, pero pensando, pensando, creo que el razonamiento sería un poco dilatado y he optado por dar mi punto de vista desde mi propio blog.
En un primer momento confieso que me sentí tentado de cargar las tintas donde el artículo ya las tenía bien cargadas, pero habría sido irreflexivo y alejado del acervo de El Opinómetro. Por ello, y sin que sirva de precedente, diré que tanto la editorial como sus detractores tienen razón en este caso concreto; cada uno a su manera, y los dos de forma errónea.
Bien es cierto que de unos años a esta parte las tiendas especializadas en general han ido relegando el rol a espacios cada vez más reducidos, casi siempre proporcionales a los beneficios que su venta aporta a los establecimientos. No seré yo quien venga a descubrir ahora que si uno quiere vivir de algo, no será ni de crear, publicar o vender sólo rol. Aquí podríamos entrar en un debate pseudomoral; a saber: ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? O, lo que es lo mismo, ¿quién tiene la culpa de que el rol ande jodido en las tiendas: los tenderos que sólo buscan el beneficio rápido o las editoriales que se salen de los canales tradicionales para potenciar sus ganancias? Pues sí, habéis adivinado (o no)... Son los dos.
Sin embargo, y volviendo a las tiendas, es innegable que en el vasto océano hay pequeñas islas. Sería, cuando menos, irresponsable e inmaduro aseverar que todas las tiendas se están portando como el culo con el sacrificado rol, cuando hay casos de verdaderos románticos dispuestos a malvivir treinta y pico días al mes con tal de mantener su cuota de escaparate y lineal para el rol. A la cabeza me viene el caso de Maercs, uno de los que comentan el post original de Enrolados, y Alex Werden, cabeza de Fundación Kauffman. Aquí empezamos a entrever una de las grandes verdades del universo y que, por tozudos y limitados, los humanos nos hemos empeñado en ignorar a favor de una perspectiva completamente polarizada de las cosas: y es que no existen los absolutos. No todas las tiendas son el satanás del rol, evidentemente.
Ahora miremos un poco el otro ingrediente de la cocción: NSR. No es la primera vez que hablo de esta editorial, y a anteriores post me remito para que, quien no me conozca, sepa qué pienso grosso modo de su idiosincrasia editorial. Lo resumiría con un escueto "no me gusta cómo hacen las cosas" a tenor de lo que veo, no de lo que creo. De hecho, no me gusta la actitud que gasta de cara al mundo, ya sea en el terreno del baboseo de los amantes, o de la dentellada a los críticos (para muestra el comentario de Manuel J. Sueiro, que creo que es bastante revelador). Algunos parecen descubrir ahora las cosas que uno ha ido pregonando cual demente por el páramo: pobre saber hacer editorial, ediciones malas a precios altos, linealidad de contenidos y, sobre todo, política del "y tú más". Que no paso por el aro... Pues es que eres un tío lleno de prejuicios; que te critico en mi blog... Pues no tienes derecho porque no levantabas cabeza y malmetiendo "por fin hemos conseguido hacer algo para llamar la atención de enROLados". Téngase en cuenta que en ningún momento hay una argumentación de por qué hago las cosas bien o mal, sino una recriminación del adversario per se y una escueta referencia a unos foros. Que cada cual saque sus conclusiones, pero que no busque respuestas, porque llanamente no las hay.
Hace tiempo que NSR mima con esmero su propia tienda virtual, reservándose manuales a color y dejando los blanco y negro para los desgraciados sin internet, por ejemplo. El caso del CD del suplemento de Roleage parece haber despertado las inquietudes de los compañeros de Enrolados, y yo les doy la bienvenida (aunque un poco tarde, que la fiesta está en su apogeo). No te pases, me dirán, que una editorial es un negocio, no una ONG. Hay que ganar dinero, etc. etc. Si yo estoy de acuerdo, pero encajaría muy bien si esos mismos defensores del "negocio a cualquier precio" no acompañaran el razonamiento más tarde con un romántico "si no fuese por ellos, el rol estaría muerto". No me vale que me esgriman el negocio y el dividendo ante las narices cuando luego nos merendamos con un sacrificado aficionado-profesional-editor-creador-maquetador-gurú que malvive por la afición y todo lo hace por ella. Lo mínimo que podría hacer por la afición sería aprovechar la pasta que se ahorra saltándose los canales de la distribución tradicional (como se dice por ahí, hasta más de un 50% del pastel) en ediciones que no canten la opereta desde la estantería.
¿Libros que se arrugan cuando hay humedad? ¿Portadas que se comban? ¿Grapados de tres docenas de páginas a precio de libro de bolsillo? Algo falla o, después de todo, el peso de la balanza se decanta lisamente hacia el aspecto mercantil del asunto. Y yo digo, desde ya, que si de un negocio se trata, lo suyo sería hacerlo lo mejor posible, con el mejor material posible, al mejor precio posible, siendo conscientes de que los juegos de rol, editorialmente hablando, son libros, libros ilustrados para más señas, y no panfletos. Si me dices que de este modo se ganan un dinero, ¿por qué el aficonado no ve esa ganancia en la mejora de los siguientes productos? ¿Será porque la ganancia, por nimia que sea, en ganancia se queda? En ese caso, admítelo y quédate el dinero, o reinviértelo. Pero quedárselo mientras se cobra lo mismo por lo mismo se acerca un poco a la estafa. Estafa, no al bolsillo, sino a la inteligencia.
Justicia divina, dirán otros por otro lado, contra las malditas tiendas que ahogan al mundillo. Sí y no. Sí, porque algunas de ellas son malas, malas, de las que se creen todo lo que les dice el camello que les suminstra (las distribuidoras) y abundan en la más sonrojante ignorancia acerca del terreno que pisan. Pero poca justicia divina se puede ejercer contra ellas, que ya han renunciado al rol y poco tienen que perder con su ausencia de sus lineales. Sin embargo, enorme es el daño que se puede hacer a las pocas tiendas que sí mantienen el escaso tejido que nos une y que nutre a los incontables aficionados que no tienen por qué tener ADSL en casa para picar en la tienda virtual de NSR. Ahí es donde, en nombre del desinteresado bien rolero, NSR está promoviendo una política cuyo resultado será la erosión de lo poco que queda de tejido, más que nada porque, nos guste o no, es la editorial más prolífica del momento. Lo cual me lleva a otra pregunta: ¿cuanto más, mejor?
Parece que muchos son los defensores de esta tesis. Son los que prefieren la cantidad y la variedad a la calidad, dados los hechos (ya sé que si por ellos fuera, lo perfecto sería toda la cantidad del mundo a la mejor calidad). Los que se contradicen sin complejos y gustan de que haya material a cualquier precio, consolándose porque al menos no es muy superior al de otras editoriales. No es la primera vez que me refiero a esto como una suerte de conformismo que surge de nuestros complejos como roleros. Parece que para muchos de nosotros, el rol sigue siendo el primo pobre de no se sabe quien, y los que lo consumimos una especie de suberspecie del consumidor medio. "Yo le vendo electricidad, oiga; a veces se va la luz, pero no pasa nada, porque al menos la tiene, a veces hay picos de tensión, pero lo hacemos porque nos gusta la electricidad, no porque seamos ingenieros, y por sólo 50 euros al mes, en comparación de los 80 que le cobran otros... cada dos meses". Es como la opereta sin gracia, la ñoñería cansina del que no se respeta ni a sí mismo ni a su afición. Yo valoro demasiado la mía, y por eso no compro en top mantas, no leo en pdf's y no compro gatos a precio de liebres. Y que no pretendan que lo haga, porque entonces habremos terminado del todo. Porque si no hay exigencia, no hay crítica, sólo queda lo mediocre. O, peor aún, lo malo.
No, amigos, el cliente último no son las tiendas, ni las distribuidoras; somos nosotros, los que engrasamos la maquinaria que todo lo mueve con nuestro dinero, sin el cual ni tiendas, ni distribuidoras, ni editoriales estarían ahí presumiento de negocio (o falta de él). Por eso, si dejamos, con nuestra pasividad, que se hagan las cosas en nombre de nuestro dinero y nuestro bien, inconscientes de que en el proceso contribuimos a tirarnos piedras a nuestro propio tejado y tirar palos a las ruedas del carro, habremos entrado en este juego de absurda autodestrucción revestida de petulante complacencia que nos quieren vender como lo que tiene que ser "por amor al rol".
¿Qué pasará cuando llegue una editorial, nueva o vieja, que sepa moverse en este pantano de falsa uniformidad? ¿Qué pasará cuando esa editorial premie a los clientes de las buenas tiendas físicas y fomente al cliente de las buenas tiendas virtuales sin necesidad de joder a nadie por el camino? ¿Será posible que esa editorial se abra un hueco en el mercado y en los corazones? ¿Puede considerarse eso como un riesgo razonable para quienes se cimentan en una frágil arcilla que no soporta una aproximación mínimamente rigurosa del mercado y el negocio (léase con mayúsculas) en el que están envueltos? ¿Pan para hoy y hostia segura para mañana?
Razonad, pensad, cimentad y criticad, pero no lancéis dentelladas ciegas a diestro y siniestro. Y si te critican, ten la valentía de defender tu postura antes que desacreditar al que te critica, y luego fúndelo a contraataques. Al menos así se te tomará en serio más allá del harén.
Las dentelladas ciegas
Reviewed by Omar El Kashef
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6 comentarios:
La "polémica" me pilla un poco de lejos, llevo años sin comprar en una tienda física, pero también muuuucho tiempo en una tienda online española. Si un producto en inglés tiene más calidad, el servicio es mejor y encima me sale más barato... Ejem, tampoco me lo tengo que pensar.
Pero obviando eso pondré el ejemplo del vino, cada cual que saque las conclusiones que quiera. Hay tiendas especializadas en vinos y bodegas donde se hace dicho producto. Si vas a una tienda especializada te dan un precio X; Si vas a comprar directamente a una bodega (especialmente las de renombre) lo habitual es que te cobren X + Un poco más. Que cara las bodegas que se ahorran la distribución y encima te cobran más! o no?.
Pero ¿estamos hablando de vino, vino, o caldo rancio en tetrabick? Porque eso es a lo que voy yo también... A mí si me cobras eso y un plus por el caldo, me cabreo por partida doble, sobre todo si me dicen que con el plus no invierten ni en mejorar la vid o la barrica ;)
No conozco a nadie que haya ido a visitar "Bodegas Don Simón" igual ahí se tiran el rollo xD.
La justificación que dan los de las bodegas es que su negocio es hacer vino, el de las tiendas venderlo. Si ellos no ayudan a las tiendas pequeñas se jode el negocio. Pero ya digo que es una idea que dejaba caer aleatoriamente, Games Workshop fabrica/vende sus juegos y no parece que le vaya mal.
Yo sigo siendo de la vieja escuela: antes de comprar algo me gusta ojearlo. No me pillé el NSD20 en color porque me gustaría ojearlo primero en la tienda, comentarlo con otra gente... en fin, no comprar a ciegas.
Con respecto a si es competencia desleal, opino que las tiendas son importantes para el mundillo, y que las editoriales deberían apoyarse en ellas y facilitarles la vida.
En el caso particular de Nosolorol, yo tengo el "Fábulas" por la crítica entusiasta de un tendero, que prácticamente me convenció con la sola ayuda de su entusiasmo ;))). Eso es algo que ni siquiera una muy buena oferta puede conseguir :).
Demasiadas horas de clase con poca recompensa más que el conocimiento (maldito conocimiento, quién lo inventaría) me han hecho perderme en vuestra enológica conversación. :P
Vamos a ver. Pienso que cada cual barre para su casa, y que NSR no va a admitir que hace un negocio de cohones con la tienda online (yo de hecho me compré a ciegas el NSD20, y excepto por las tapas blandas de momento lo veo todo fino fino) a costa de los tenderos. Estos tenderos a su vez reducen las estanterías de rol para liarla parda con wargames de precios estratosféricos y bonitos complementos del estilo.
Mierda Avatar, yo te quiero llevar la contraria de corazón, pero ostia... no me sale. Eso sí, voy a hacerte una pregunta con respecto a tus últimas frases: ¿es posible una editorial del estilo que comentas? ¿qué se debería hacer diferente? ¿Quizás tener una editorial con diversas ramas, dejando que una se alimente con los excedentes de las otras, para así poder hacer las cosas definitivamente bien 100%? ¿Esa editorial debería tener también una tienda para vender sus propios productos, aparte de la online?
:P vuelvo de mi retiro espiritual a revisar los blogs y me encuentro otro señor post. Dale caña, a ver si se pasa alguno de los implicados directa o indirectamente en el tema para dar su opinión argumentadamente.
Vaya tochocomentario... cómo me sobro.
¡Un abrazo!
Hola Carlos: sí que es cierto que las tiendas desempeñan un papel esencial, pero creo que hay que ser selectivos: pasar de las tiendas que te dicen que algo no existe por ignorancia o desidia (que pasa, y mucho) y premiar a las que se curran el rol (que también las hay). Pero tomar medidas sumarísimas para todas me parece que redunda en detrimento de todos, desde la propia editorial hasta el consumidor que se queda sin producto, pasando por la tienda que, aunque poco, algo pierde.
Hola Nexo: bienvenido, ya sabes que aunque tardes, te esperamos ;). Mira, has dado en el clavo. Lo cojonudo que sería que los responsables se pasaran por alguna parte a hablar de estas cosas y no del sexo de los ángeles... Pero, como se ve, para lo único que salen es para desacreditar al medio que les pone en solfa y desviar los focos hacia donde no lesinteresa.
Respondo a tu pregunta:´sí que creo que es posible, pero pasando ciertos criterios de corte:
1- Hay que admitir que no se puede vivir del rol en el sentido estricto del concepto (salvo en su día la Factoría y hoy Edge) a menos que se sea un "gigante" del sector. NSR no lo es.
2- Una vez admitido, se entiende que el rol no puede estar sujeto a una política de precios absurda (dada la calidad del producto muchas veces de andar por casa), lo cual ya despeja la necesidad de justificar el llevarse una pasta o no. Me dirán lo de siempre: ua editorial es un negocio. Me remito al punto 1.
3- Agrega al cóctel un poco de "oficio". Vamos, saber cómo abordar el tema de los costes, buscarte la vida con fórmulas creativas (¿patrocinadores?, ¿abordar ámbitos que no sean exclusivamente roleros? Si escribes o dibujas bien, no te limites al rol, puedes intentar abordar otras fórmulas editoriales de apoyo), tener ojo para la imprenta, etc. Esto ahorra quebraderos de cabeza, costes y que sea siempre en el cliente donde repercuta todo el coste del "no saber hacer".
4- Flexibilidad. Lo que dije: si unas tiendas son malas, pasa de ellas y vende por la tuya propia. Pero si hay tiendas buenas que se joden la vida por tener un libro tuyo en su escaparate, pues busca fórmulas alternativas para incentivar a esa tienda (no sé, un kit gratuito, un dado de regalo). Con "el pastón" que te ganas vendiendo directamente por web, digo yo que se podrá hacer algo de esto, ¿no?
5- Honestidad y transparencia: volviendo al último argumento del punto 4, debería notarse en algo que estásganando un poco más vendiendo por internet. Pues que se note de verdad: que los manuales subsiguientes sean mejores en algo, yo qué sé, la encuadernación, que sean tapas duras a un precio razonable, la impresión, etc. Pero si las ganancias van directamente a bolsillo y mantenemos la política de siempre, algo va mal.
6- Actitud: lo que decía antes, que no estaría mal que los "editores" de este país, ya que admiten que es un mundo pequeño y cainita, no se las den de inalcanzables y hablen con los cuatro gatos que les dan el dinero, aunque sea para justificar por qué un libreto cuesta lo mismo que una novela de bolsillo. Pero así estamos, aparecen sólo para meterte el dedo en el culo por no comulgar con su visión de las cosas.
Creo que con esto quizá no se arregla el problema, pero al menos puede suponer un primer paso para hacer de esto algo racional y justo para todos.
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