"Nací en circunstancias muy raras..."

'El curioso caso de Benjamin Button'

En esta vida de prisas, de ir de acá para allá constantemente sin pararnos a respirar hondo un segundo, es curioso encontrarse con una película de ritmo sosegado, en la que en realidad no ocurren grandes acontecimientos, pero que exige del espectador poner en práctica una maquinaria que la humanidad tiene completamente oxidada, sobretodo cuando llegamos a cierta edad: la imaginación.

Imagina que cuando naces tu pequeño cuerpecito está completamente arrugado, tus ojos sufren de cataratas y tus huesos tienen artrosis. Casi tienes un pie en la tumba. A los 7 años tu aspecto es el de un viejecito en silla de ruedas, pero mantienes la curiosidad de un niño y esa necesidad imperante de explorar el mundo. Y, a medida que pasan los años, tu oído se afina, tu cuerpo es más fuerte, tus canas desaparecen.

Rodada en Nueva Orleáns, la ciudad aporta ese halo mágico que nos acompaña durante toda la película, con su aire colonial y el fatal recuerdo del huracán Katrina.

Brad Pitt es Benjamin Button, en uno de sus personajes más originales para mi gusto. Es un guaperas, eso es innegable, pero ha huido de los géneros que ensalzan esa cualidad en el cine para buscar siempre los que le ayudaran a mostrar su capacidad interpretativa: el enfermo mental de 12 monos, un vampiro que no termina de perder su humanidad en Entrevista con el vampiro, o el detective de Seven son buenos ejemplos. Obviaré el Aquiles de Troya o su personaje en Conoces a Joe Black.

He de admitir, sin embargo, que a Benjamin Button le falta algo. Quizá sea fuerza interpretativa, quizá expresividad, pero el caso es que los efectos especiales de su caracterización tienen demasiado protagonismo.

¿Qué puedo decir de Cate Blanchett? Soberbia interpretación de la ambiciosa y joven bailarina que será el amor de toda una vida para Benjamin Button. Es el personaje en el que mejor se aprecia el paso de los años: de las ganas de comerse el mundo a los 20 años a la necesidad de sentir la estabilidad que aporta una familia propia a los 40. La fuerza de su personaje relega a un segundo puesto los efectos especiales que la rejuvenecen o envejecen, según convenga.

Cuenta con una enorme retahíla de nominaciones a los Oscar de este año: mejor director, mejor actor, mejor actriz de reparto, mejor guión adaptado, mejor banda sonora, mejor fotografía, mejor montaje, mejor dirección artística, mejor diseño de vestuario, mejor maquillaje, mejor sonido, mejores efectos visuales y mejor película.

Es una película de personajes, no de acontecimientos, que deja un poso de tristeza en el espectador. Un paseo por la vida de este peculiar personaje con la finalidad de hacernos pensar en lo efímero de todo, en que nada es para siempre. La vida de Benjamin Button es diferente, curiosa, pero el hecho de nacer viejo y morir joven no es menos dramático que nacer joven y morir viejo.

En definitiva: me ha entretenido; me ha hecho pensar; me ha hecho imaginar. No es poco hoy en día.