El talento estrangulado
Por Avatar
En España, con el cine pasa una cosa de los más extraño. Diría que es una paradoja. A ver si estáis de acuerdo conmigo. Creo que tenemos una cantera de profesionales del cine más que buenos, actores que podrían rivalizar con cualquier consagrado de Hollywood (lástima que hayamos tenido que exportar a Banderas), técnicos y guionistas que bullen de profesionalidad e ideas que podrían refrescar un panorama ya demasiado anquilosado. Pero no es así. Da la sensación de que el propio sistema cinematográfico, el circuito por el que han de circular todos estos engranajes individuales, está diseñado para ahogarlos y orientarlos en una dirección predeterminada, más preocupado por iniciativas mafiosas como el canon y la defensa del arte patrio desde la legislación que estrangula las salas de cine para imponer cine de aquí.
Todas las películas tienen que ir en clave de comedia romántica, drama con tintes sexuales, guerra civil, denuncia social... y para de contar, porque las incursiones en géneros "alternativos" es tan marginal que ni la cuento.
Por eso digo que es paradógico que sea el propio medio el que obliga, ya sea por falta de presupuesto o por excesiva dependencia de las subvenciones, a sus profesionales a no salir del círculo vicioso del que, no nos engañemos, todo buen profesional español del cine está deseando huir como de la peste. Y, si no, que me expliquen por qué toda reivindicación del "arte patrio" se evapora cuando don Oscar llama a las puertas de nuestros actores.
El público lo pide a gritos, y la prueba más reciente es el éxito de 'Águila Roja', en TVE, que viene a demostrar que el gran público está ávido de otros géneros, como el de la aventura, la ciencia ficción o el entretenimiento sin pretensiones. Y eso que la serie que acabo de mencionar hace aguas por todas partes, es mala de pelotas y los guiones no hay quien se los trague. Pero bueno, la sed es la sed.
Y aunque antes haya dicho que hay muy buenos guionistas, también los hay muy malos, y casi todos están clocados, dificultando el paso a los que más quieren atreverse con sus textos. No han sido ni una, ni dos veces las que he notado que muchos guiones tratan de trasladar un diálogo que nunca saldría de los labios de alguien que realmente hablase. Parecen textos literarios que rechinan en la boca de un actor, lo hacen sobreactuar y le restan credibilidad. Si te fijas, en las pelis yanquis en versión original, los actores gozan de diálogos que entran dentro de la idiuosincrasia verbal de su cultura. Vamos, que hablan como lo haría cualquier hijo de vecino. Quizá por ahí podríamos empezar.
Y, como muestra del talento ahogado del mundo este, os dejo con un corto de un amigo de un amigo, que me transmite buenas vibraciones, pero que está atrapado en el círculo sin fin de la revista social que parece ser nuestro cine. La niña no tiene desperdicio.
Todas las películas tienen que ir en clave de comedia romántica, drama con tintes sexuales, guerra civil, denuncia social... y para de contar, porque las incursiones en géneros "alternativos" es tan marginal que ni la cuento.
Por eso digo que es paradógico que sea el propio medio el que obliga, ya sea por falta de presupuesto o por excesiva dependencia de las subvenciones, a sus profesionales a no salir del círculo vicioso del que, no nos engañemos, todo buen profesional español del cine está deseando huir como de la peste. Y, si no, que me expliquen por qué toda reivindicación del "arte patrio" se evapora cuando don Oscar llama a las puertas de nuestros actores.
El público lo pide a gritos, y la prueba más reciente es el éxito de 'Águila Roja', en TVE, que viene a demostrar que el gran público está ávido de otros géneros, como el de la aventura, la ciencia ficción o el entretenimiento sin pretensiones. Y eso que la serie que acabo de mencionar hace aguas por todas partes, es mala de pelotas y los guiones no hay quien se los trague. Pero bueno, la sed es la sed.
Y aunque antes haya dicho que hay muy buenos guionistas, también los hay muy malos, y casi todos están clocados, dificultando el paso a los que más quieren atreverse con sus textos. No han sido ni una, ni dos veces las que he notado que muchos guiones tratan de trasladar un diálogo que nunca saldría de los labios de alguien que realmente hablase. Parecen textos literarios que rechinan en la boca de un actor, lo hacen sobreactuar y le restan credibilidad. Si te fijas, en las pelis yanquis en versión original, los actores gozan de diálogos que entran dentro de la idiuosincrasia verbal de su cultura. Vamos, que hablan como lo haría cualquier hijo de vecino. Quizá por ahí podríamos empezar.
Y, como muestra del talento ahogado del mundo este, os dejo con un corto de un amigo de un amigo, que me transmite buenas vibraciones, pero que está atrapado en el círculo sin fin de la revista social que parece ser nuestro cine. La niña no tiene desperdicio.
El talento estrangulado
Reviewed by Omar El Kashef
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3 comentarios:
La culpa de la decadencia del cine español la tienen las subvenciones DE TODOS LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS DE ESPAÑA hasta la fecha.
El que paga manda, y además el empresario es razonable que quiera hacer dinero. De hecho, muchas películas que se hacen en España no se estrenan porque con la subvención se cubren gastos (!)
Es normal esta decadencia porque yo creo que si un músculo no se ejercita se degrada. Y en eso estamos... en proceso.
Conste de principio que no puedo estar más de acuerdo contigo y me sumo a tu crítica. El cine español es como mis primeros personajes de rol (te acordarás): monotemático. Y así seguirá siéndolo por mucho tiempo, mientras siga sumido en las fauces recaudadoras de la SGAE y los bandazos de algún que otro gobierno (rojete o azulón... da igual). Pero me gustaría romper una lanza en favor de "Aguila Roja".
Cierto es que la historia de un pseudo-ninja español que ha viajado a, y estudiado en, Asia (¡que concreten coño!: el antiguo Japón) en la España de los Austrias chirría un poco. Más si encima los personajes utilizan expresiones como "te va ha caer la del pulpo" o "la vamos a liar parda" (joyas de Satur, el criado de Gonzalo) como si se tratasen de los pokeros de Vallecas. Eso sin nombrar que, como no podía faltar, tiene que haber tetas y culos. Pero a mi me parece una muy buena fórmula para "refrescar" el panorama de nuestro cine: para empezar adopta el formato de las series por temporadas en vez de el de una película de dos horas y media de sucesos inconexos y que no cuentan absolutamente nada (Alatriste). Los personajes van creciendo en naturalidad (muy poco a poco, eso sí) y la trama va adquiriendo cierto enganche... al menos para mi. Y creo que tiene la misma cantidad de fantasmadas por centimetro de cinta que cualquier película de acción americana. Pero quizá pretendemos que esta serie se pueda comparar con las del otro lado del atlantico... va a ser que no.
Aprovechando que hace poco se ha hablado de la nueva reformulación de V, nos encontramos series (y películas) yanquis que también eran igualmente casposas en su momento: El Equipo A, El Coche Fantástico, Star Trek (lo se... esperad que termine de escribir y hago las maletas para cumplir mi condena a las minas de Rura Penthe por lo que acabo de decir). Ahora son llamadas "clásicos".
Las comparaciones son odiosas, lo se... pero creo que deberíamos comprender una cosa: el cine español ha estado y seguirá estando por detrás del cine de Hollywood en muy variados aspectos. Así las cosas, mientras en la España del No-Do nuestros mayores éxitos cinematográficos eran Bienvenido Mr Marshall o las canciones de Joselito, en los Estados Juntitos ya había obras del celuloide de una temática muy variada: el peplum (las aventuras medievales, las historias de romanos), la ciencia ficción, el western... pero o de una calidad mediocre o con un claro mensaje ensalzador de las barras y estrellas y el hombre "wasp".
Han pasado años, y ahora las creaciones para la pequeña y/o gran pantalla en ese país son mucho más solidas. Pero siguen habiendo basuras infumables. Lo que ocurre es que no las vemos por la ingente cantidad de películas que "fabrican" cada año. De entre todas, alguna tiene que salir buena.
En fin... aun así el porcentaje nos supera. Y ya no vale el argumento de "nosotros hacemos menos cine, porque tenemos menos presupuesto, porque el público español no va al cine a ver pelis españolas". Sres cineastas: todo lo que hacemos es practicamente igual.
Por eso creo que Aguila Roja merece el respeto de ser, opino, un buen proyecto.
Saludos
El puñetero financiamiento hace estragos, como siempre. En el cine español el tema da miedo.
¡Un abrazo desde mi retiro espiritual forzado!
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