El morbo se sirve en ataúd de oro
Por Mavi
Hace unos escasos 5 minutos ha terminado el funeral público de Michael Jackson. Ha merecido la pena sólo por volver a ver cantar en directo a Stevie Wonder. El resto se resume en la parafernalia típica de cualquier ceremonia estadounidense. Un dato para que os hagáis una idea: el encargado de organizar el evento ha sido el responsable del High School Musical... Pues eso.
Que digo yo, que la gente se ha rasgado las vestiduras con los discursos más floridos para gritar al mundo lo buena gente que era este hombre, que si donaba grandes sumas a tal organización benéfica, que si repartía amor por doquier... Y qué buen padre era... Para demostrar esto último, los Jackson al completo suben al escenario y colocan el micrófono a la altura de la hija del difunto en cuestión, e indican que la niña (Paris se llama) quiere decir unas palabras. Entre sollozos la pobre criatura clama que su padre era el mejor padre del mundo. Qué necesidad había de esto último, me pregunto. Tan buen padre, tan buen amigo, tan buen hijo... ¿Por qué Smokey Robinson, Berry Gordy (fundador de la Motown), o su propia familia no pusieron el mismísimo grito en el cielo durante el incidente con aquél menor de la misma forma en que lo hacen ahora? Muchos se condecoran a sí mismos con la medalla de la amistad, pero a mí siempre me pareció que este hombre estaba muy solo.
Emotiva ceremonia, dirán algunos. Yo digo artificial, de mal gusto, falsa e innecesaria. Recuerdo con nostalgia el homenaje de Queen a Freddy Mercury en Wembley pocos meses después de su muerte. Eso sí fue un auténtico homenaje. Pero al fin y al cabo qué se puede esperar del funeral de alguien cuya vida fue digna de estudio psiquiátrico.
El patriarca del clan Jackson está también en el escenario. Le encanta, y se le nota. Ese hombre al que se evita nombrar en el testamento y al que Michael Jackson tachó públicamente de obligarle a trabajar siendo un niño.
Mientras los invitados a la ceremonia cantan Heal the World aparece en la pantalla una enorme imagen estática del planeta Tierra que muestra un único continente: América. De lo más significativo.
Que digo yo, que la gente se ha rasgado las vestiduras con los discursos más floridos para gritar al mundo lo buena gente que era este hombre, que si donaba grandes sumas a tal organización benéfica, que si repartía amor por doquier... Y qué buen padre era... Para demostrar esto último, los Jackson al completo suben al escenario y colocan el micrófono a la altura de la hija del difunto en cuestión, e indican que la niña (Paris se llama) quiere decir unas palabras. Entre sollozos la pobre criatura clama que su padre era el mejor padre del mundo. Qué necesidad había de esto último, me pregunto. Tan buen padre, tan buen amigo, tan buen hijo... ¿Por qué Smokey Robinson, Berry Gordy (fundador de la Motown), o su propia familia no pusieron el mismísimo grito en el cielo durante el incidente con aquél menor de la misma forma en que lo hacen ahora? Muchos se condecoran a sí mismos con la medalla de la amistad, pero a mí siempre me pareció que este hombre estaba muy solo.
Emotiva ceremonia, dirán algunos. Yo digo artificial, de mal gusto, falsa e innecesaria. Recuerdo con nostalgia el homenaje de Queen a Freddy Mercury en Wembley pocos meses después de su muerte. Eso sí fue un auténtico homenaje. Pero al fin y al cabo qué se puede esperar del funeral de alguien cuya vida fue digna de estudio psiquiátrico.
El patriarca del clan Jackson está también en el escenario. Le encanta, y se le nota. Ese hombre al que se evita nombrar en el testamento y al que Michael Jackson tachó públicamente de obligarle a trabajar siendo un niño.
Mientras los invitados a la ceremonia cantan Heal the World aparece en la pantalla una enorme imagen estática del planeta Tierra que muestra un único continente: América. De lo más significativo.
El morbo se sirve en ataúd de oro
Reviewed by Danais
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4 comentarios:
Yo, por no creerme, no me creo ni a los presuntos hijos del difunto. Antológico el rumiar chicle del nene y el constante jugueteo con el bolso y cara de aburrida de la cría. No sé vosotros, pero yo no he visto lágrimas en sus ojos cuando decía que su padre era el mejor del mundo. Una heredera rica más para el saco.
Al padre debería caérsele la cara de vergüenza por estar subido allí llorando a quien explotó como si de un esclavo se tratara y a quien robó la infancia, razón por la cual pasó por tantos sufrimientos...
No he visto nada de la ceremonia, pero la verdad, no me esperaba otra cosa.
Curioso mundo este.
Uff... pues porque no habéis visto hasta que nivel de histeria se puede llevar a las masas.
Visto que la muerte de Jacko ha movido ríos de dólares (de la anchura y largo del Nilo por lo menos) las cadenas de televisión hacen ya su agosto y la persona que se quede como propietaria de Neverland se frota la mano: ¡ha aparecido el fantasma de Michael Jackson! Y no estoy hablando de una cosnpiranoia lanzada por algún desarraigado social. Estoy hablando del monstruo del Larry King. Pasen y vean señores:
http://www.youtube.com/watch?v=1pxRKyDhn0k
Michael Jackson fue un empresario de la música y no un músico propiamente dicho, Thriller solo incluía 3 temas compuestos por él, y no nos engañemos, como cantante era un tipo bastante limitado, el caso es que tenía algo, a la peña le gustó y cuajó.
Excelente reseña, solo con el título ya dan ganas de leerla, totalmente de acuerdo con lo expuesto.
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