Joe Satriani - Black Swans & Wormhole Wizards
Por Milán
Aunque Joe Satriani siempre ha sido un músico muy activo, no deja de sorprenderme la cantidad de material que ha facturado en los últimos tiempos. En 2008 aparecía su trabajo en solitario Professor Satchafunkilus And Musterion Of Rock, en 2009 veía la luz el álbum de debut de Chickenfoot del que ya hablamos aquí, y este año 2010 además de tener en la calle desde el pasado 5 de octubre su último disco, ha tenido tiempo de salir de gira con la banda anteriormente mencionada, grabar un tema para el último disco de Tarja Turunen "What Lies Beneath" y además de preparar la siguiente entrega de Chickenfoot, se encuentra en estos momentos de gira por Europa. Todo esto podría haber sido la excusa perfecta para que su Black Swans & Wormhole Wizards hubiese sido un disco mediocre o para salir del paso, pero no, su último trabajo como veremos a continuación, es un excelente recorrido por diferentes estilos musicales, dando como resultado una de sus mejores y más originales propuestas hasta la fecha.
Algo ha cambiado con respecto a su catálogo, es decir, pese a que encontramos al mismo Satch de siempre, este Black Swans supone un paso adelante en cuanto a su madurez como músico, ofreciendo como hemos dicho, una variada paleta de estilos que van desde el funky hasta el rock, del blues al hard además de algún toque jazzístico, incluyendo más de un guiño a alguno de sus ídolos de infancia. Pero si hay algo que sus fans esperamos escuchar en sus discos son sus celebérrimos solos que, en esta ocasión han sufrido algún que otro cambio; por supuesto que hay solos y más si tenemos en cuenta que se trata de un disco totalmente instrumental, pero no hay ninguno que suene a relleno o lucimiento técnico, no me malinterpretéis, Satch no es de esos, pero en cierta ocasión se le ha acusado no sin cierta verdad, que sus partes más virtuosas suelen parecerse bastante entre ellas. Cada solo está encuadrado a la perfección, con lo que pide el discurso musical siendo en ciertas ocasiones algo reservado y en otras ese monstruo de técnica increíblemente poderosa y expresiva que es el maestro Satriani, eso sí, ni le falta ni le sobra una sola nota y eso es algo difícil de conseguir. Ahora bien, si hay que destacar algún concepto en este disco por encima de todo y por muchos de sus predecesores es sin duda el color. Es una auténtica pasada la propuesta sonora del álbum, las capas utilizadas y la cantidad de guitarras con pastillas diferentes que habrá utilizado para conseguir un efecto tan envolvente, delicado y a la vez poderoso, haciendo que los temas resulten muy diferentes entre sí, quedando un disco muy contrastante a la par que equilibrado.
En Pyrrhic Euphoria se acaban las medias tintas, un tema rock basado en el riff, muy directo y callejero. Tras la segunda repetición es fantástico el momento en el que las capas de guitarras dobladas entre sí proponen su canto mientras el tema sube hasta su punto más álgido junto con un bonito colchón armónico del teclado. El solo es desgarrado y muy, muy rockero.
Nos encontramos con los tres últimos temas que componen el álbum y probablemente con los más trabajados musicalmente hablando.
The Wind in The Trees en la introducción escuchamos el viento de la noche acariciando las copas de los árboles aderezado por los sutiles armónicos de la guitarra. La melodía a base de Cry Baby (wha.wha) es extraña y mágica, el solo no se hace esperar, articulado perfectamente y muy ligado, va progresando en un enrevesado virtuosismo pero sin perder nunca el rumbo. Tiene momentos realmente memorables y se nota la influencia que Led Zeppelin ejerció sobre Satriani, el tema No Quarter del cuarteto británico parece haber servido de inspiración para el mismo. Cierra con un evocativo solo de piano muy jazzístico.
God is Crying es uno de esos temas que en directo funcionan a la perfección, más funky rock, una pegada enorme y una densidad sonora pasmosa. Los cambios son fantásticos y el solo una auténtica gozada.
Black Swans & Wormhole Wizards es un discazo que muestra la madurez de un hombre que antes que guitarrista es músico y hará las delicias precisamente de aquellos que busquen música en él, una lección de fraseo y articulación muy próximo a la perfección que alcanzó en álbumes como The Extremist o Crystal Planet. Grande Satriani.
Disco Recomendado
Algo ha cambiado con respecto a su catálogo, es decir, pese a que encontramos al mismo Satch de siempre, este Black Swans supone un paso adelante en cuanto a su madurez como músico, ofreciendo como hemos dicho, una variada paleta de estilos que van desde el funky hasta el rock, del blues al hard además de algún toque jazzístico, incluyendo más de un guiño a alguno de sus ídolos de infancia. Pero si hay algo que sus fans esperamos escuchar en sus discos son sus celebérrimos solos que, en esta ocasión han sufrido algún que otro cambio; por supuesto que hay solos y más si tenemos en cuenta que se trata de un disco totalmente instrumental, pero no hay ninguno que suene a relleno o lucimiento técnico, no me malinterpretéis, Satch no es de esos, pero en cierta ocasión se le ha acusado no sin cierta verdad, que sus partes más virtuosas suelen parecerse bastante entre ellas. Cada solo está encuadrado a la perfección, con lo que pide el discurso musical siendo en ciertas ocasiones algo reservado y en otras ese monstruo de técnica increíblemente poderosa y expresiva que es el maestro Satriani, eso sí, ni le falta ni le sobra una sola nota y eso es algo difícil de conseguir. Ahora bien, si hay que destacar algún concepto en este disco por encima de todo y por muchos de sus predecesores es sin duda el color. Es una auténtica pasada la propuesta sonora del álbum, las capas utilizadas y la cantidad de guitarras con pastillas diferentes que habrá utilizado para conseguir un efecto tan envolvente, delicado y a la vez poderoso, haciendo que los temas resulten muy diferentes entre sí, quedando un disco muy contrastante a la par que equilibrado.
El álbum podría dividirse en 3 partes.
I. Introducción
Premonition sirve de overtura, el optimismo de la introducción y el denso acompañamiento contrastan con la introvertida línea melódica, que tiene como punto álgido el primer break del maestro, encuadrado en un fantástico cambio de ritmo que nos conduce de nuevo al tema principal de una forma súbita y efectiva.
Dream Song comienza con una única guitarra marcando un ritmo a base wha-wha muy a lo Hendrix, a la que de repente se le van añadiendo más capas instrumentales, la fantástica melodía que canta la guitarra va mutando poco a poco hasta transformarse en un canto cada vez más retraído. Brutal el momento en el que tras la exposición del tema quedan flotando el ritmo del inicio junto con el bajo y la batería para llevarnos al solo, un solo cargado de feelin’ en el que aparecen sus célebres escalas ligadas hasta llegar a la zona más aguda. Uno de los mejores temas del disco.
Light years Away es el tema que ha servido de lanzamiento, tema a ritmo funky rock fantástico en el que destacan la gran variedad rítmica y el gran entramado sonoro.
II. Nudo - Fusión entre la experimentación y la vanguardia sonora con las formas tradicionales del blues-rock.
Solitude, volvemos a la intimidad de una única guitarra, esta vez en un registro limpio. 58 segundos para disfrutar y paladear el colorido armónico de los cálidos acordes que surgen de manos de Satriani.
Littleworth Lane y Two Sides to Every Story pese a ser diferentes entre sí los metería en el mismo saco por sus similitudes basadas en la “old school” del blues rock, temas para disfrutar sobre todo por su sencillez melódica.
The Golden Room es un tema exótico por sus ritmos percusivos y el tipo de progresión, me recuerda por su libertad en la improvisación a “Banana Mango” del álbum Time Machine, solo que con un aire mucho más grandilocuente y menos juguetón.
III. Densidad sonora contrastante con las formas. Punto álgido del álbum.
Wormhole Wizards abre con una intro futurista con base de teclado rota por el ritmo de bajo y batería, el teclado se recupera con la entrada a dúo junto a la guitarra haciendo un canto taciturno, el discurso va creciendo poco a poco hasta que la guitarra estalla con la distorsión aliándose con el ritmo del bajo. El solo es para quitarse el sombrero, increíble la imitación de mandolina en la última sección del mismo, y tras su fin hay un cambio abrupto de ritmo, un interludio oscuro y sombrío ensalzado por un distante sonido de campana.
The Wind in The Trees en la introducción escuchamos el viento de la noche acariciando las copas de los árboles aderezado por los sutiles armónicos de la guitarra. La melodía a base de Cry Baby (wha.wha) es extraña y mágica, el solo no se hace esperar, articulado perfectamente y muy ligado, va progresando en un enrevesado virtuosismo pero sin perder nunca el rumbo. Tiene momentos realmente memorables y se nota la influencia que Led Zeppelin ejerció sobre Satriani, el tema No Quarter del cuarteto británico parece haber servido de inspiración para el mismo. Cierra con un evocativo solo de piano muy jazzístico.
God is Crying es uno de esos temas que en directo funcionan a la perfección, más funky rock, una pegada enorme y una densidad sonora pasmosa. Los cambios son fantásticos y el solo una auténtica gozada.
Joe Satriani - Black Swans & Wormhole Wizards
Reviewed by Anónimo
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12:26
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