Atípico, ma non tanto
Me estoy volviendo loco, en serio. A poco que hurgues en la red no hay día que pase sin que te encuentres con un artículo que denuncia el encogimiento del sector editorial en España o, mejor dicho, el de las ventas. Porque lo que es el sector en sí aumenta en propuestas editoriales al tiempo que las ventas se estancan, una realidad paradójica como poco. Y, sin embargo, en el entorno editorial de los juegos de rol no hay día que pase sin que nos topemos con el término "edad de oro" en alguna parte (salpicada muy de vez en cuando por su réplica opuestamente radical: "burbuja"). Yo ya no sé que pensar, pero el otro día se me encendió una bombilla.
La verdad es que no sabría optar entre edad de oro o burbuja, aunque sí me confieso más cerca de la segunda que de la primera, aun admitiendo que la verdad debe de estar en algún punto intermedio entre ambas. Pero para responder al hecho de que el mundillo del rol sea tan anticíclico con respecto al sector tradicional en el que ha de enmarcarse, solo se me ocurren dos cuestiones.
Primero: el mundo editorial de los juegos de rol es tan pequeño, tan condenadamente marginal y tan dado a las prácticas de tapadillo que puede jactarse de volar por debajo del radar y no "declararse" tan afectado por la realidad sectorial como cabría esperar. Es lógico pensar que empresas de edición tradicionales, con cifras de beneficios y aspiraciones de crecimiento se resientan más en las crisis que un sector acostumbrado a haber encontrado su hábitat natural en la crisis permanente y a mantener unas dimensiones ridículas con la única aspiración de recuperar lo invertido seguir vivo un día más, que ya veremos de dónde se saca el dinero (viva el mecenazgo, la preventa y la madre que los parió a todos). Eso explica el tópico de que el rol lleva años muriéndose pero no acaba de morirse. Sí, es cierto: el rol vive en un estado de subsistencia que hace que donde otros se resienten de pérdidas económicas o de cuota de mercado, aquí estamos nosotros como los inquilinos de toda la vida dando la bienvenida a los ricos venidos a menos con una estúpida sonrisa de suficiencia. ¿Qué decir eso de lo nuestro? Que cada cual saque sus conclusiones. Pero, señores, de ahí a decir que vivimos una edad de oro media una distancia, y más aún cuando tan voluptuoso juicio se emite a base de sensación "de mi mesa, mi cole y mi entorno". En fin, para qué os voy a contar.
Segundo, y no necesariamente incompatible con lo primero, hay que reconocer que nuestro empresariado tiene una preocupación exagerada por culto personal de los líderes y el eufemismo, cuando no la mentira pura y llana. Vendemos más por la boca que por la tienda (literal y figuradamente) y cada vez nos parecemos más a los políticos que a los colegas editores del sector "normal" del libro: antes nos arrancamos la piel que admitir una cagada. Que si la licencia se nos ha perdido, que si las tiendas no nos quieren, que si dije digo y no Diego, cuando no directamente meter los principios y las promesas en un cajón del olvido para que ni el olor a podrido pueda guiarnos al cuerpo del delito. El caso es que la culpa de los males siempre es de otro, del azar o del mal tiempo, pero el triunfo tiene nombre y apellido, y hasta foto en la red social para que el vulgo vea cómo sus patricios se dan un baño de grandeza con sus "colegas", sus palés, sus pruebas de imprenta o cualquier cosa que delate un latido en el monótono cardiograma.
Sumemos a esto un corpus social más dado al seguidismo que en cualquier otro entorno editorial. De verdad, gente, que uno oye chorradas en plan "yo soy de esta u otra editorial", como si fuesen equipos de fútbol, pero en la vida me he topado con nadie que diga: "pues yo soy de Plaza y Janés porque todo lo que publican es genial y me dan la mano en las convenciones literarias". No, hombre, no, que si, además de que emplean el mismo metalenguaje de los políticos, no entrando al trapo en público pero sajando a manos llenas en privado, vamos en plan manada seguidista y acrítica, es normal que comulguemos con lo que nos echen, incluida edad de oro a precio, y tanto, de oro. No jodamos. No digo que haya que estar en pie de guerra, pero sí al menos con los ojos abiertos, conscientes de que nos pueden meter un sable cuando oigamos desenvainar la hoja. Es tal nuestro afán de parecernos a nuestros prohombres, nuestros caballeros de capa y sombrero de copa, que negaremos cualquier realidad, por cruda o evidente que sea, con tal de mantener un estado de hechos consumados que algo tiene de ilusorio. No; la culpa no puede ser siempre de los demás. Nosotros, como usuarios de a pie, también somos cómplices de muchos de los ridículos que nos cuelan como que errar es de humanos. Sí, tanto como responsabilizarse del dineral que se cobra por un trabajo demasiadas veces pasado de humano.
Y, mientras nos regodeamos en lo bien que va el sector, cada día afloran más y más campañas de financiación masiva, esa herramienta a la que supuestamente se recurre cuando han fallado muchos otros mecanismos tradicionales en los mercados ¿sanos? No lo entiendo. ¿En las edades de oro no sobran las iniciativas empresariales como para que no sea necesario que nos financiemos entre los particulares, y, es más, financiemos también a las editoriales? ¿Es que no nos damos cuenta de que el discurso de los brotes dorados se parece demasiado al de los brotes verdes de nuestros políticos? ¿De verdad nos podemos creer que vivamos una edad de oro cuando el conjunto del sector editorial en España denuncia una y otra vez un horizonte cada vez más complicado?
Por favor, no se os ocurra darme la razón, porque me hago más preguntas que afirmaciones. Pero pensad un poco, demonios, pensad.
Atípico, ma non tanto
Reviewed by Omar El Kashef
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14 comentarios:
Interesantes reflexiones. Yo no se nada, solo lo que veo a mi alrededor, y aún así, lo que veo está sujeto a mi humilde opinión y malas interpretaciones.
Me parece que lo que llamas como "edad de oro" no solo tiene que ver con las mayores ventas o crowfundings exitosos. Ahora mismo hay un hobby primo hermano del rol que está en expansión: los juegos de mesa. Imagino que, de alguna manera, debe existir una relación más o menos directa.
El poder adquisitivo del "rolero medio", ha subido. La afición empieza a tener una madurez igual que nosotros y nos podemos permitir compras con más asiduidad que antes.
El hecho que cada vez más se tenga acceso a tiendas y a productos que otros tiempos era imposible o costaba sudor y sangre conseguir creo que también tiene una parte de culpa.
Por otra parte, me parece que hay bastantes jornadas, no se si más que nunca, y la asistencia va en aumento.
Yo creo que hay un aumento bastante claro y me parece que aún crecerá más.
Para mi el problema o la gran incógnita, es saber si habrá relevo generacional o por el contrario seremos los mismos de siempre pero más viejos.
Vuelvo a repetir, no me baso en datos objetivos, solo son sensaciones y puedo estar totalmente equivocado.
Entiendo, pues, que si la incógnita es si habrá relevo generacional es que los que compramos somos "los de siempre", pero con más poder adquisitivo, lo que no me encaja muy bien con el concepto "crecimiento". ¿Y el sector editorial general? Tan bien lo hacemos aquí como para que ni se nos pase por la cabeza la crisis que sí está afectando a las grandes editoriales nacionales? Yo no sé si eso es suficiente para tirar de edad dorada, pero tampoco me hagas caso, que hablo por hablar XD
Gracias por tus comentarios :)
Hace tiempo que me venía cuestionando si este no es un mercado de ilusiones. Que como dices muestra una cara en las redes sociales cuando la realidad es otra. Puedo decir que en ese aspecto casi que no tengo ninguna duda. Pero también pienso que precisamente el hecho de que consista en un sector tan específico lo hace propicio para que ciertos métodos como las campañas de financiación funcionen bien. En realidad funcionan, pero sólo dentro de la comunidad de internet, la que está conectada y atenta. Un grupo de consumidores que demandan un tipo de productos, participar y pagar en los crowdfunding. Hacerlo casi que se ha convertido en una forma de ocio y en toda una adicción para muchos. Es una demanda de un grupo reducido y selecto, pero limitadísimo. Muy lejos del target que pueden tener otras editoriales.
Me ha gustado mucho tu reflexión. Ya sé que no quieres que te de la razón pero es que coincido en muchas cosas. Por ejemplo, creo que la forma de actuar de la comunidad rolera activa en internet se debe a que ha asumido algunas conductas específicas como parte del hobby, como los crowdfunding de ediciones de ¿2000 ejemplares? eso no es nada. El objetivo de ganar dinero pienso que es secundario en muchos casos. LO que desean es sacar productos, enseñarlos a la comunidad, que los usen, jueguen y sean alabados por ello (lo último algunos se lo callan y otros no).
En fin, son sensaciones desde luego. La realidad siempre es un espejismo en muchos casos y se me hace difícil tener una idea clara de las cosas viendo este mundillo a través de la ventanita que es mi monitor. Por eso muchas veces no me atrevo a opinar. Pienso que no tengo la información suficiente. Quizás me equivoque después de todo.
Un saludo cordial :)
Como siemore Omar un placer leerte. No digo que esté de acuerdo con todo, pero muchas cosas que comentas en el artículo deberían servir para la reflexión.
No daré razones pues para darte la razón ^^.
Existen varios prismas... El del aficionado, el de la editorial en su defecto y finalmente el real, pudiendo ser en algunos casos más cercanos a la realidad y en otros casos mucho más alejados de ella.
Con qué quedarse...??? Buena pregunta...
Edanna, el problema está precisamente en que el sector se contenta con esos mínimos que comentas y se da, no solo por satisfecho, sino por realizado. Yo no digo que lo primordial sea ganar dinero, que algunos sí que están también por dinero, sobre todo las grandes editoriales. Lo que hay que tener más bien, creo yo, es un cuerpo de principios, no solo económicos ni estéticos, que nos impulse a crecer. Crecer en cuota de mercado, crecer en facturación y crecer como sector, no contentándonos con el mal menor que es enseñar lo que podemos hacer sin salir de nuestro monitor. Muchas gracias por comentar, tu serenidad es muy apreciada en un entorno a veces demasiado ruidoso.
Jesús, muchas gracias. Me encantaría saber, sin que me des o quites razones, en qué estás o no de acuerdo conmigo. Un abrazo.
David, has dado con el quid de la cuestión. Muchas, demasiadas, veces yo hablo de sector como industria y me responden, casi indignados, con la perspectiva localista de un aficionado concreto. Si no hablamos de lo mismo, difícilmente podremos entendernos. Y mira que intento ser claro en mis exposiciones XD Un abrazo enorme, crack :)
Faltaría más tete, para eso estamos ^^;)
O simplemente es otro tipo de Edad de Oro donde los métodos tradicionales van perdiendo fuelle y se fragmenta o especializa la financiación y la forma de publicar liberando tanto a autores como a editores de ciertos parámetros que limitaban la creatividad y la audacia. A mi me parece eso muy positivo...
Es muy cierto que en la actualidad se ha facilitado mucho el ámbito de los medios de producción y es mucho más fácil que los creadores se relacionen y proyecten sus proyectos. Pero, en mi opinión, eso estámuy bien de puerta de tu casa para adentro. Cuando abordamos el sector como industria (que es de lo que hablo en esta entrada por mucho de que todo el mundo se empeñe en llevarlo al terreno de la anécdota personal), me encuentro con comentarios como "es complicadísimo", "no me atrevo con más de 200/300 ejemplares", "las tiendas compran poco" etc.
Hay cosas, como la oferta y la demanda o el volumen de un mercado que no han cambiado tanto desde el albor del comercio, y por mucho que queramos ver que pedir dinero a otros como nosotros para financiar un proyecto porque no creemos que podamos vender tanto como para rentabilizarlo o ceñir el análisis a que el pdf mola mucho, para mí, el rol, como SECTOR, sigue adoleciendo de ciertos problemas que no se han abordado plenamente. Y eso, más que positivo o negativo, me parece de un necesario realismo para aspirar a cosas mejores.
Yo llevo unos meses pensando que esto no es una edad de oro, sino la primera guerra civil rolera.
Y habrá vencedores y vencidos.
Jodo, ni yo lo había visto con tanta dureza. ¿Por qué lo dices? Me has picado la curiosidad. ¿Cuáles son los bandos?
Le he estado dando vueltas y por ahora no voy a entrar ahí XDDD
¿Entrar adónde?
Entiendo que es una edad de oro para los consumidores como yo. Al menos con la cantidad de propaganda que están poniendo encima de la mesa.
Edge lleva dominando el mercado mucho tiempo (de esto puedo dar datos que cualquiera puede hacer) y se le estan subiendo los enanos a las barbas.
Adivinad en que posición se encontraba Edge cuando Factoría ya iniciaba su descenso. La misma que factoría cuando JOC.
Bueno, pues Edge no ha iniciado su descenso, está en su cenit. Y está recibiendo órdagos continuos. Novedades editoriales que desvian la atención de ellos, propuestas novedosas que se salen de su guía de estilo, en definitiva compentencia dura.
Holocubierta y Nosolorol tienen muuuuucha propaganda en la mesa. Vamos a ver qué se queda en agua de borrajas y qué no, pero si salen todas las propuestas aquí hay lio fijo.
Todo esto sin contar las otras editoriales mas pequeñas de esas que se van comiendo unas a otras o que están comiendo cuota de mercado. Si solo hay 1000 roleros compradores en España y uno de ellos decide comprarse (voy a poner un ejemplo extremo) un RuneQuest de 50 euros, ese dinero ya no va a la cuota de mercado que estaba antes...
O es que le vamos a comprar todo a todos? lo dudo.
La frase de vencedores y vencidos la dijo Pedro Gil en un video hablando sobre que no tenía nada claro si meterse en algo despues de Walkure por la incertidumbre que le crea este panorama.
Para hilar todo esto con datos y coherencia me harían falta unos tres post, y mis hijos y la empresa dudo que me los permitan, así que creo que os vais a tener que contentar con esto XDDD
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