'La Sombra del Poder'... periodismo de aventura

En los años 70, dos reporteros del Washington Post se hicieron célebres por desenredar una trama conspirativa contra el Partido Demócrata. Una conspiración tejida desde el mismo Despacho Oval de la Casa Blanca, cuyo inquilino de turno era Richard Nixon. Aquellos periodistas hicieron uso de una extensa agenda de contactos telefónicos que alcanzaban hasta el Director del FBI y del arte del "periodismo de campo". Un vergonzoso evento que pasó a la historia como Escándalo Watergate.

Mientras tanto, al otro lado del planeta, miles de jovenes soldados estadounidenses (y vietnamitas) se desangraban en las frondosas junglas de Vietnam, luchando en una guerra que, hasta los propios norteamericanos califican hoy en día de infamia. Pero la Guerra de Vietnam pasó también a la posteridad por ser uno de los conflictos bélicos mejor cubiertos en lo que al periodismo se refiere. Una buena cantidad de reporteros de guerra, se cubrieron con el mismo fango que los soldados. Sus reportajes sobre el terreno sirvieron para destapar las frecuentes violaciones de los Derechos Humanos por parte de los norteamericanos y los vietnamitas.

A mediados de 1973 EEUU se retiró de Vietnam, abandonándolo a su suerte, y Richard Nixon dimitió de su cargo un año después por culpa del Watergate. Las altas esferas en la sombra aprendieron algo: el periodismo no podía ser independiente.

El director Kevin McDonald ('El último Rey de Escocia') nos presenta un trabajo en el que Russell Crowe ('Red de mentiras', 'Gladiator') interpreta a un periodista de los que trabajan a la vieja usanza, con el mismo ordenador desde hace quince años (siii... es lo que más me duele XD), la misma moda de hace tanto o el mismo coche con el que Napoleón entró en Moscú para quemarla.

Con la compañía de actores de la talla de Ben Affleck ('Pearl Harbor', 'El indomable Will Haunting') o Helen Mirren ('The Queen'), la historia narra el trabajo de dos reporteros del ficticio Washington Globe: Cal McCaffrey (Crowe) y Della (Rachel McAdams), el primero de la sección en papel y la segunda, una joven reportera de la sección digital, que escribe sus reportajes diariamente en el blog del periódico. Casi por error, y tras un comienzo poco prometedor entre los dos, se ven envueltos en la tarea de desenredar una trama de corrupción política en la que se encuentran metidos hasta el cuello congresistas, Ejercito y empresas contratistas (de mercenarios, vamos).

La cinta es en si una alegoría, muy bien orquestada, del periodismo de campo y de formato impreso. Un periodismo que ya da sus últimos coletazos, vencido por la irresistible ola de la información digital y en "tiempo real" de los diarios online. Y de como el primero da el simbólico relevo, a la chica joven y sin experiencia. Una periodista novata que basa su información en fuentes rápidas, "online" y poco fiables (y posiblemente interesadas), en contraposición de la agenda de contactos con la que siempre ha trabajado McCaffrey.

Uno llega a sentir nostalgia del envejedido formato físico de las noticias. Y siente admiración por el "perro viejo" de McCaffrey. Por su filosofía de trabajo y metodos de investigación, que son incluso mas diestros y atrevidos que los que lleva en practica la anquilosada, maniatada y, la mayor de las veces, corrompida policía. Todo un homenaje al viejo periodismo, que fué capaz de destapar escándalos como Watergate (al que le hacen un guiño más que evidente) u otros muchos más alrededor del globo. Un periodismo que, aunque ya por entonces había dejado de lado la objetividad, era todavía un arma del pueblo al que muchos políticos temían. Pero, como dije antes, aprendieron del "error" de dejar libertad a los periodistas. Ahora ya no existe un periodismo así. Solo encontramos empresas dedicadas a "vender" historias prefabricadas desde uno u otro bando de la política y las corporaciones.

Destacable la actuación de Russell Crowe en uno de esos papeles que le van como anillo al dedo. Muy recomendable.

PACOP