'La vieja guardia'

Por Avatar

"El día que cumplí sesenta y cinco años, hice dos cosas. Visité la tumba de mi esposa y me enrolé en el ejército".

No, amigos, no confundáis el título de esta entrada con el de la editorial que tiene los derechos de 'Ragnarok' y que espero que más pronto que tarde nos sorprenda con la nueva edición. Hoy quiero hablaros de un libro que lleva tiempo paseándose por las librerías de este país, primero de una serie que de momento lleva tres números, y escrito por John Scalzi.

Siguiendo un estilo que recuerda con mucho a 'Tropas del espacio', 'La vieja guardia' nos cuenta la historia de un jubilado que decide enrolarse en las fuerzas de defensa coloniales de la Tierra. La humanidad ha dado el salto espacial y se ha encontrado un universo lleno de seres, y la mayoría de ellos poco inclinados a ver a los homínidos como iguales. Por ello, y para que no sucumba la raza ahora que ha asomado la cabeza, las FDC se nutren de la vanguardia tecnológica, incluo para nutrir sus filas. Sus soldados básicamente son ancianos de la tierra que deciden vender su alma al ejército casi literalmente. Mediante un proceso secreto, se consigue trasladar la mente veterana de los candidatos a cuerpos diseñados a partir de sus propios genes, eso sí, con grandes mejoras de serie, desde la composición de la sangre, que coagula más rápido, la anatomía de los ojos (capaces de adaptarse a condiciones muy difíciles), hasta la implantación de un ordenador neuronal conocido como CerebroAmigo, que otorga al soldado una interfaz de operaciones que convierte la guerra en un mortífero videojuego.

'La vieja guardia' es, ante todo, literatura amena, ligera y digna de unas buenas vacaciones. Resulta refrescante la ironía con la que el autor trata los temas, contados desde la perspectiva de John Perry, un tipo que ya ha vivido la vida y está bien rodado. Al igual que él, sus compañeros reclutas son personas que han gozado de muy variados recorridos vitales y que han dejado la simplona juventud atrás. El cóctel resulta en, como he dicho, fina ironía de todos los personajes, hasta el punto de que la novela nos arrancará más de una sonrisa.

El libro, a mi modo de ver, tiene dos partes bastante definidas: el periodo de instrucción con los nuevos cuerpos, que es muy entretenido y de rápida lectura, y la participación en la guerra estelar que libra la humanidad. Esta segunda parte adolece, en mi opinión, de falta de ritmo con respecto a la primera. El autor peca de pasar muy por encima por todas las cosas que cuenta, permitiendo que el complejo universo en que se desarrolla la historia quede más a merced de nuestra imaginación que de datos que pueda aportar. Es una pena, porque se intuye un contexto muy rico, pero poco explorado. Hubo un momento, de hecho, en el que me daba la sensación de que me estaban contando historias sobre la marcha para buscar el efectismo del género, pero la verdad es que, llegados al último tercio de libro, todo acaba cobrando sentido. No obstante, quiero insistir en que la historia habría quedado redonda si se hubiese explorado más el universo y sus personajes, quedando en ocasiones todo un poco flojo, sin rematar.

Con todo, 'La vieja guardia' es una lectura muy recomendable y entretenida, y, tanto es así, que no tardaré en hincarle el diente a la segunda parte. Si los soldados rasos ya son acojonantes de por sí, con todas sus mejoras y equipamiento, ¿cómo serán las tropas de élite... las brigadas fantasma? Pues, cuando lo sepa, seréis los primeros en leerlo por aquí. Hasta entonces, no temáis en haceros con el libro, que no creo que os deje con mal sabor de boca.