Cliffhanger
El 30 de abril de 2009 escribí una entrada que, vista con perspectiva suficiente, me permite decir que supuso un giro en mi acercamiento a esto de los juegos de rol. Tuve la enorme suerte de poder salir de los toriles como siempre quise: no de cualquier manera; no con cualquier cosa. En esa entrada yo arrojé el guante de la edición de rol barata, asequible y de calidad, ingredientes que parecen contrarios entre sí, pero que siempre he creído posibles a poco que observaba el mundo editorial que me rodeaba. Los juegos de rol, siempre digo, son libros, y por ello debía mirarme en aquellos otros libros que sí llegaban a los bolsillos del público más amplio. Sé que podría haberme fijado en los videojuegos, las barajas españolas o las barritas de cereales, pero, por respeto a vuestra inteligencia, os ahorraré las explicaciones de por qué no lo hice (y sigo sin hacerlo).
Jose Tellaetxe, cabeza de una editorial fantasma, con fama de bronco, vasco y terrorista (no es broma), no sé si en virtud de una vieja amistad personal, porque le gustan los imposibles o porque entiende de esto, fue quien recogió ese guante afirmando: "Creo que la edición barata es posible y que incluso resultaría interesante para reactivar el sector...". Así de sencillo nació la idea de lo que hoy se conoce como Cliffhanger, la "línea barata" de Ludotecnia. Como casi todas las cosas buenas que he hecho, ésta se desarrolló como un feto: con tranquilidad, mucho calor y grandes dosis de mimo. Pero el fluido amniótico que la sustentaba eran las palabras. Fue a raíz de incontables conversaciones y horas arrancadas a nuestros respectivos y absorbentes trabajos como conseguimos perfilar la idea, delimitarla, darle forma, esbozarla, plasmarla e ir puliendo sus aspectos más toscos. No deja de ser una forma bonita de definir aquello que cualquiera que se dedique a un negocio creativo conoce.
Recuerdo la de veces que me han dicho en las narices que soy un soñador, un utópico, por querer hacer imposibles. Recuerdo también que me lo decían mientras yo tenía un buen presupuesto en la mano y la ciega confianza en la capacidad de negociación de Jose, que en esto de las planchas, las tinas y las personas se mueve como pez en el agua (y a veces como zorro en el gallinero). Y aquí estamos unos, y siguen otros, resistiéndonos a que nos entierren. Ludotecnia ha echado a andar, y cada paso que da, en forma de "crípticas" entradas en su blog, es fruto de los años, de la maduración y la capacidad de, ya no soñar, sino de atreverse a realizar esos sueños. Detrás de Cliffhanger hemos tenido el privilegio de reunir a un excepcional grupo humano, entre escritores, ilustradores, diseñadores, maquetadores o fotógrafos, capaz de sacar lo mejor de sí mismos sin una perla de sudor en la frente, altruistas y generosos como prolíficos. Hemos descubierto que la fe mueve montañas, que la teoría de las sinergias (palabra tan de moda estos días) funciona sin paliativos y que la retroalimentación es una gozada cuando funciona como un mecanismo de alta precisión sin apenas exigencias de mantenimiento.
Cliffhanger ha dado lugar a un tapiz de inquietudes, creaciones e inclinaciones por la experimentación que a veces desborda el continente y pide horizontes más ambiciosos. Pero va más allá. Dado su inédito enfoque, está dando lugar a posibilidades muy, muy seductoras de cara a la innovación y el cambio, desde la más insondable hondura narrativa hasta el más mínimo destello de su concepción estética, siempre al amparo de un diseño que emplea adecuadamente el significado de esa palabra, sobre todo en lo que a coherencia se refiere. Su confección se ha convertido en un juego en sí, en una improvisación creativa que siempre cuaja en algo ilusionante (y, no pocas veces, brillante), en un pique creativo a la par que una generación de contenidos mancomunada; en la materialización de una franquicia de la creación cuyas sucursales son cada uno de los individuos que la componen, incluidas grandes figuras de "la competencia" que hacen gala de enorme salud mental. Y la semana pasada se presentaba con los bocetos del diseño gráfico de portada que, esperemos, acompañará a cada uno de los numerosos volúmenes que la nutrirán. Como dijo alguno de nosotros en un momento dado: "el límite es la imaginación y las ganas". ¿Quién iba a resistirse a eso?
A estas alturas, yo no, desde luego.
Cliffhanger
Reviewed by Omar El Kashef
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11:48
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5 comentarios:
Olé!
Bueno, que siga la dinámica y ese concepto tan bueno llamado "sinergia positiva" (no os cansáis de decirlo mamones xD), aunque algunos nos atrasemos con los plazos... cosa que debo pedir mil disculpas y que espero no supere el tiempo límite más de una semana.
De todas formas, mil gracias por la oportunidad de darlo todo en este proyecto.
snif snif. Me he puesto sentimentaloide...
Tú tranqui con el plazo, Delfos, que cuidamos bien de tu familia en el zulo. Ejemmm... XD
tienen muy buena pinta..
a ver si los tenemos pronto en las manos para disfrutarlos..
saludos !
Pues si el límite es la imaginación y las ganas, parece que no hay límite -ja,ja,-
Bravo por el zorro y los "compinches" y por el "buen rollito" (las jod....sinergias vuestras XDDDD)
Slds
Esperemos que pronto, Bester :)
Un abrazo para ti, Midori ;)
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