'Luces Rojas', la tímida evolución de Cortés

'Luces Rojas' es la nueva incursión de Rodrigo Cortés en el cine mainstream estadounidense. En un presunto alarde de ingenio guionístico, explora el mundo de lo paranormal y aquéllos que lo utilizan para lucrarse desde el engaño. Cual reventador de trucos de mago, arrastra al espectador a un curso acelerado de cómo simular los poderes que muchos gurús exhiben en teatros abarrotados de crédulos. Porque la mitad del truco es querer creer en él y dejarse distraer por la mano del mago, que te hará mirar hacia otro lado en el momento álgido de la sesión.

Espiritismo, telequinesis, adivinación, contacto con el más allá, todo cabe en esta cinta protagonizada por un siempre solvente Cilian Murphy con un reparto de secundarios de lujo: Sigurney Weaver y Robert De Niro. El guión es solvente hasta el límite de lo aceptable y cumple con lo que se espera de un thriller con tintes sobrenaturales: te mantiene en la butaca entretenido a la espera de la siguiente evolución de la historia. En realidad, toda la película es una metáfora del tema que trata, ya que te obliga a pasarte dos horas mirando donde quiere que mires para evitar que veas el truco de prestidigitador que se revela al final como el punto culminante de una preparación prolongada.

Lo malo es que todo está envuelto en una sensación de debilidad narrativa que no acaba de agarrarte de la entraña, como cabría esperar de películas de este tipo. El talón de Aquiles de Cortés ha sido precisamente, creo yo, contar con un reparto tan ambicioso y sacarle tan poco petróleo. Ovación cerrada, en todo caso, a Weaver y De Niro, que con lo poco que se les echa son capaces de llenar la pantalla con una imponente presencia; aunque más Weaver que De Niro, quien se contenta con  poner su elenco de muecas y silencios en un despliegue amordazado por culpa de un guión que parecía tenerle un poco de miedo al actor americano. Por desgracia, el resto de secundarios se define con mayúsculo "secundarios", sin una personalidad particularmente cautivadora y la mera función de dar pie a los protagonistas.

'Luces Rojas' pretende ser un paseo hacia el final con apoteosis y es ahí, precisamente donde más falla. La idea es buena, porque cuando finalmente miras donde el prestidigitador no quería, atas una serie de cabos y el relato cobra una dimensión muy distinta. Pero tal situación requiere de un discurso final sin paliativos, contundente e inequívoco, cosa que falta a todas luces en esta película. En definitiva, se resumiría en una correcto relato que entretiene pero no acaba de apretar todas las tuercas. En todo caso, le falta aún tiempo para parecerse a un Christopher Nolan que habría sacado petróleo de la misma premisa argumental.

Entretenida, pero más para el DVD que para la butaca, todo sea dicho.