La estantería llena de cadáveres
Se oye decir mucho que los juegos de rol son mucho más rentables que otras formas de entretenimiento de pago gracias a su ratio precio/horas de juego potenciales. Puede que sea verdad, aunque a juzgar por la tendencia alcista de los precios intuyo que tal afirmación puede tener los años contados, susceptible de ser sustituida por algo más del tono de: "los juegos de rol son una rara ave solo al alcance de los coleccionistas de mejor paladar".
Pero no quiero dar la murga otra vez con el tema de los precios, que ya he hablado bastante. Esta vez me gustaría plasmar una breve reflexión sobre otro aspecto que define al juego de rol tal como se entiende hoy en día desde el punto de vista de su explotación editorial. Ya lo he dejado caer veladamente en otras entradas, pero cada día se me hace más patente que el juego de rol, es un latido efímero en un concierto de tambores. Su esperanza de vida para la editorial vale lo que vale un hype, a saber, una puesta en largo de los dientes para dejarte claro que no podrás pasar sin él, que es el bombazo del año... ¡Qué digo de año, del mes o de la semana! Me recuerda en esto a los partidos Madrid-Barça, que hasta los periodistas especializados tildaban, ya con marcada sorna, de partido del siglo, fuese el de ida o el de vuelta.
Y volviendo al rol, me maravilla el despliegue de medios que se realiza en la antesala de su lanzamiento, con comunicados oficiales, avances del interior, bombardeo de las redes sociales y exhibicionismo casi pornográfico en jornadas y demás eventos del mismo pelo, para luego... Bueno, pues para luego dejarlos caer en el más absoluto de los silencios después de su nacimiento oficial al mundo. ¿No os ha dado la sensación de que, al menos para algunas editoriales, el juego se hace poco menos que viejo e inútil al minuto de lanzarse a las tiendas? A mí sí, desde luego, y a veces echo de menos que se mime más a juegos que en su momento fueron excusa para imprimir grandes pancartas y pósteres con que nutrir la sección corporativa de turno. ¿Qué hay de malo en revitalizar un lanzamiento del año pasado, o del anterior? ¿No es como si, una vez paridos los hijos, nos avergonzásemos de ellos y los encerrásemos en un cuarto oscuro? Y al final, lo curioso es que es el aficionado de a pie quien se bate el cobre, rubricando una aventura de cosecha propia, adaptando el reglamento a circunstancias no contempladas en el manual y demás formas de expansión y mantenimiento vital de una línea, prácticamente haciéndole el trabajo al explotador directo de la marca, cuando no es el propio autor quien informa desde un blog particular.
Pero es que, si nos salimos del aficionado y su esfuerzo voluntario, el título no deja de pasar a engrosar un fondo de referencias que, conforme pasa el tiempo, se va enfriando hasta adquirir un tono lechoso y cadavérico. Ya me comentan los tenderos que la reposición es el caballo de batalla; que en tienda propia online lo que quieras, pero que físicamente sean los clientes los que vayan a presionar. ¿En serio? Si no es verdad que la editorial parece hasta resentirse del lastre que supone una referencia que ha perdido la pátina de novedad, ¿por qué lo parece tanto? ¿Por qué no es la editorial creadora o tenedora de una línea la que mantiene viva la franquicia con material de cosecha propia?
A lo mejor es verdadero el discurso de que solo se venden básicos y que cuando uno sale hay que tener la vista puesta en el siguiente para no perder fuelle, discurso que, por cierto, sigue conviviendo tan tranquilamente con el de la edad de oro. Pues no sé vosotros, pero o no se vende o estamos dorados como los boquerones fritos, pero las dos cosas como que no. Está claro que todo mercado tiene sus altibajos, pero la facilidad con la que las líneas se enfrían o las licencias fenecen de aburrimiento en el cajón de los contratos a mí me provoca una mezcla de pena y preocupación, porque, superada ya mi fase de filias y fobias absurdas, creo que el rol, venga de donde venga, se merece que se hable más de sus criaturas más allá del momento de la alfombra roja, que su vida vaya más allá del hype y de las prisas por hacer caja y paso al siguiente fenómeno del momento. Esto requiere de esfuerzo, por descontado, pero si no estamos para esforzarnos por nuestra empresa, por nuestro sector, ¿para qué estamos? ¿Solo para ganar dinero? ¿Solo para exhibir nuestra hombría editorial? Que cada cual saque sus conclusiones. Yo me voy a pensar un rato.
La estantería llena de cadáveres
Reviewed by Omar El Kashef
on
11:59
Rating:
Comenta desde Blogger o Facebook
16 comentarios:
Yo tengo la misma impresión. Justo el otro día hablaba con un amigo de este tema. Y por eso las iniciativas de la revista Nivel 9 me parece muy positiva ya que es una manera de dar soporte a los productos de una editorial, en este caso Nosolorol. Hay más maneras de dar soporte pero esta es un buen ejemplo a mi entender. Esta claro que en general no hay seguimiento.
No se donde, pero un día oí en un podcast, que el stock que no se vende las primeras dos semanas de un juego, permanecerá en la eternidad. Esta claro que es una generalización, pero creo que se adapta a lo que dices y pienso.
Por otra parte, si miramos dentro de los aficionados, ¿cuantos libros necesitamos al año para jugar? Esta claro que si compramos, muchas veces, no responde a "necesidades" lúdicas, solo a coleccionismo, y al final puede que preferimos tener un juego nuevo, que tiene más opciones de ver mesa, a comprar un suplemento de un juego que no se si jugaré.
También estaría bien saber que "vida" tiene un juego de rol. Cuantas partidas se hacen a un juego nuevo, y como va evolucionando al largo del tiempo. Si miramos dentro de mi grupo, al final siempre hay espacio para ciertos juegos más "mainstream", combinado con otros juegos más "actuales" que se van quedando atrás.
Imagino que somos una afición que seguimos el "culto a lo nuevo".
Planteas preguntas y cuestiones muy interesantes y a las que debería intentar dar respuesta el sector editorial para adaptar su producción a las necesidades mayoritarias del mercado. Pero me da la impresión de que no les apetece demasiado. Es suficiente con crear sensación de necesidad urgente, lanzar el producto estrella, recaudar lo poco o mucho que se consiga y pasar al siguiente producto estrella sin casi un minuto de silencio para llorar al anterior.
Y coincido plenamente en que la idea de NSR me parece estupenda y ejemplar. Es de las pocas editoriales, incluidas las pequeñas más indies, que de vez en cuando menea un poco el catálogo para recuperar viejas glorias, sea en pdf o físico.
Recuerdo épocas no tan lejanas cuando un juego contaba con 10 o 20 o incluso 30 suplementos (recordad ese MERPcon sus suplementos tipo "revista" encuadernados en grapa con tapa tipo cartulina....) ahora si un juego pasa de los 5 suplementos ya es la leche en bote, no se da continuidad a los juegos, todo son "básicos", "cores" o "manuales del jugador"...
Esto en España es más grave, ya que no hya compañías pequeñas haciendo suplementos para juegos de grandes compañías (como en USA pasó con el efecto D20), TODAS quieren sacar manuales básicos, un ejemplo, ¿de verdad hacía falta sacar XCorps como un básico? ¿no habubiera podido hacerse como un suplemento de Zcorps?
Donde estan los suplementos? dónde las ambientaciones alternativas (o básicas)? Tenemos juegos autojugables 5 manuales básicos de 250 páginas al año, pero al final, todo el mudno va a los clásicos, esos juegos de los que tiene estanterías llenas de manuales (y no esta la cosa como para tirarlos).
Estoy de acuerdo con Christian en la añoranza de los tiempos en los que, además del básico, se publicaban ampliaciones. Muchas veces ahora compras un básico sabiendo que no se publicará ninguna ampliación y que, en efecto, el juego nace muerto. No creo que para mantener vivo un juego haga falta publicar nuevo material, a mi me bastaría con que desde las web de las editoriales colgasen aventuras y trasfondo nuevo; no depender sólo de los aficionados, sino cuidar su propio producto.
El fondo de mi discurso es precisamente lo último que comentas, sacodedados. No tiene por qué ser una fórmula de expansiones o una línea que explotar. Bastaría con no olvidar el básico mediante cosas como las que comentas. Vamos, que está bien que el aficionado ponga su parte, pero es mas responsabilidad de la editorial mantener vivas las líneas, aunque solo sea hablando de sus viejas glorias en sus webs o blogs.
Totalmente de acuerdo. Serían necesarios más suplementos de juegos que han salido recientemente y parecen haber caído en el olvido. ¿Donde están las expansiones de la Puerta de Ishtar?
A todo esto hay que ligar el tema de que la mayoría de los manuales que salen vienen a ser de juegos semi-clónicos ¿cuantos juegos de espada y brujería hay ya en el mercado y cuantos están por llegar? Y estos juegos, al carecer de esos suplementos que ayuden a individualizarlos de una manera convincente, se quedan convertidos en esos cadáveres que tu comentas, ese juego que tengo para no jugar, sino para hacerme una foto en la red abriendo el paquete postal en el que me llega y ya.
Los juegos de rol son para jugar, no para coleccionar. Pero a veces parece que se nos olvida.
¿Pero merecen la pena todos esos suplementos?
- Suplemento de combate multi ambiental para mundo de tinieblas.
- cromebook 4 del ciberpunk
- Manual de patos ( bueno este último si me molaba)
Etc.
Ni tanto ni tan calvo. Todos conocimos la absurda carrera de suplementos del wod o las de Ad&d cuando todo vale y solo importaba sacar el libro con el sello. Por que se vendería igual. Una cosa que me gusta del rol, es que si el badico es bueno, no necesitas nada más.
Yo a los tres juegos que más he jugado son:
Ragnarok, kult, vampiro. Y de los dos primeros prácticamente solo con el básico.
A todos nos gusta en suplemento que revitalice el juego, pero no los considero necesarios ni mucho menos. Y es más, si es necesario, entonces me cabreo, porque me han vendido un básico a cachos.
Con esto no te quiero quitar la razón ni mucho menos. Las editoriales viven del tirón, de la compra compulsiva. Pero si el diseñador ha hecho bien su trabajo, no necesitarás nada más.
Me sumo a la idea de que las editoriales deberían sacar suplementos. Pero ojo, no aventuras, suplementos que amplíen el básico que ya de por sí debería ser autojugable, por supuesto.
Seguro que si sacasen un Chromebook 5 iba a ser un éxito de ventas xD
Estoy bastante de acuerdo en lo que se expone, aunque tengo algo que añadir o que matizar. La culpa es nuestra. Sí, la culpa es de los aficionados de la rolesfera que somos los que creamos hype y después pasamos de los juegos editados para pasar a la siguiente novedad que vendrá. Esto viene, en mi opinión, de la necesidad de estar siempre en la cresta de la ola rolera. Si no hablas de lo que va a llegar estás desfasado.
Y también es culpa nuestra por creernos que somos el rol. Hay mucho, muchísimo rol fuera de las redes, rol que está en la calle, que está en las asociaciones y clubes. Rol que no está tan influenciado por lo que dictan los hashtag de G+ o Twitter. Gente que sigue jugando a Vampiro y que lo hace aún sin saber que hay una edición 20 aniversario. Gente que juega Ciberpunk, La llamada de Cthulhu, Shadowrun, Muntant & Mastermind y que ni saben ni quieren saber de las últimas ediciones de esos juegos.
Hay que ser un poco más humildes y saber reconocer que la endogamia de la rolesfera es lo que está poniendo las cosas difíciles a un desarrollo sano de la afición, a golpe de hashtag.
Estoy deacuerdo con todo esto, la verdad es que creo que hay muchísima gente que juega en su casa a juegos de antaño sin preocuparse por que nueva edición o juego del momento ha salido.
A mi personalmente me han dicho que no me gusta casi ningun juego con menos de 15 años, ya que juego principalmente a MERP, Cyberpunk Cthulhu y eventualmente EXO, Comandos de Guerra, 7ºMar o L5A y me parece muy bien que haya gente que compre todo lo moderno que sale, pero como bien dicen arriba creo que a veces es mejor un suplemento con otra ambientación que un juego entero... sin entrar en los precios, o incluso calidades, creo que cada uno juega a lo que quiere y puede, no es mi caso, que haya gente que cada fin de semana quiera jugar a algo distinto...
Estoy en general de acuerdo, si un juego nace debería continuar siendo arropado por la editorial que lo saca hasta que pueda "caminar por si solo". Aventuras, ambientaciones alternativas, tramas opcionales... todo lo que enriquece un juego, y que el aficionado agradece, incluso aunque sea sólo como lectura ligera. Y que esto se esta convirtiendo más en un tema de coleccionista que en un juego, o que nos quieren convertir en ello, está claro.
Gracias a todos por vuestras aportaciones. Quería detenerme un momento en la de Manuel García, que en cierto modo ha dado en el clavo de muchos asuntos, en especial el de nuestro ciberego. Con todo, creo que, en última instancia, es la editorial la que debe desligarse de estas perspectivas limitadas y buscar el panorama más amplio. Al fin y al cabo, será culpa de la editorial hacer caso sistemáticamente a esta cibercomunidad... a menos, como digo yo a menudo, que sea esta cibercomunidad el caldo de cultivo de estas ditoriales y la disociación de los vicios del ciber-rolero sea casi imposible. Por eso soy de la opinión que al aficionado hay que escucharlo, pero no acostarse con él ;)
Ciberegos a parte, hay que tener en cuenta que decirlo de alguna manera, por cada rolero que participa de algún modo en internet, hay 10 que leen y 100 que juegan.
O sea, que las voces que resuenan en la blogosfera rolera representan tal vez al 1% de la comunidad.
Pues eso ;)
los básicos son lo que más vende y a ello se dedican las editoriales.
Viendo el tamaño del hobbie en España lo veo normal. Esto no es el mercado de juegos de rol en inglés.
Si un mecenazgo o juego vende 500-1000 ejemplares.¿cuantos vende un suplemento?
El problema es que no se sabe como afrontar y ahondar en las líneas para paliar ese asunto. O no se quiere, porque lo inmediato es la licencia, el básico y poco más.
Es un tema complejo que se presta a reflexión. Está claro que cada editor tendrá su posición fundada, aunque, insisto, en esta entrada no pretendía aludir estrictamente a las expansiones de los básicos, sino a mantener la vigencia de éstos en el subconsciente colectivo.
Publicar un comentario