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'The Man in the High Castle', exquisita ucronía


Uno de los ejercicios narrativos, a mi parecer, más estimulantes es la ucronía, jugar a las hipótesis de qué podría haber sido de nuestra historia de haber dado un giro distinto. 'The Man in the High Castle, adaptación de la novela homónima de Philip K. Dick, no solo hace este ejercicio, sino que construye a su alrededor un escenario creíble y sólido que nos sumerge en un Estados Unidos ocupado de principios de los años sesenta.

Al igual que la novela, la serie va regalando al espectador píldoras ambientales de forma aparentemente casual e inocente, aunque poco de eso tiene. Cada movimiento, cada giro estético, cada detalle están planificados para que, desde el propio piloto, nos creamos que Estados Unidos perdió la guerra contra el Eje y ahora su territorio se ha visto repartido entre las potencias ocupantes. Al este, el Gran Reich Alemán, que extiende sus dominios hasta el Medio Oeste, donde se extiende una ancha franja de territorio neutral que va a dar con los Estados del Pacífico, los territorios anexionados por el imperio del japón. Dos potencias aliadas en la contienda bélica que ahora coexisten con una incomodidad que amenaza con hostilidades para dirimir quién controlará del todo el mundo.

TMITHC es una historia coral conformada por un amplio abanico de personajes unidos por el destino y el azar en un contexto que ejerce a la perfección los cánones del género de espionaje. La tensión de un país ocupado ni más ni menos que por la mayor potencia fascista y sus aliados palpita por todas partes: el miedo a hablar abiertamente, la constante presencia de las SS y las tropas ocupantes, pero sobre todo la sensación de que, especialmente en la zona japonesa, el hombre blanco ya no se encuentra en la cima de la pirámide social.

Aquí se entrelazan elementos pseudohistóricos aderezados con un toque de thriller que flirtea con lo paranormal, el romance, la resistencia al ocupante y el valor, todo agitado en una coctelera que otorga a Amazon pedigrí suficiente como para codearse con los grandes del sector, como HBO o Netflix. Ni que decir tiene que los giros y requiebros argumentales se van sucediendo en un guión impecable, acompañado de una no menos ejemplar interpretación de los actores. Es de destacar el esfuerzo de la puesta en escena, hasta el punto de que uno podría pensar que realmente nos encontramos en una década de los sesenta copada por un fascismo triunfante. Nada se escapa al escrutinio detallado y consigue estimular sobradamente la curiosidad de un espectador que ansia más con la conclusión de cada capítulo.

Puede que sea el hecho de adaptar la obra de un clásico de la ciencia ficción, pero es innegable el mimo que Amazon ha puesto en este proyecto, que le servirá de carta de presentación sin paliativos para aterrizar con fuerza en el mundo de las series de producción propia y streaming. Sin duda una de las revelaciones de la temporada cuyo único defecto es que ahora toca contar los días para el estreno de la segunda temporada (ni os cuento cómo te deja el final).
'The Man in the High Castle', exquisita ucronía Reviewed by Omar El Kashef on 13:28 Rating: 5

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