'World of Warships' promete
Ya he tenido ocasión de catar los dos fines de semana de alfa abierto (limitado) de la nueva propuesta de Wargaming (World of Tanks) y vengo dispuesto a compartir con vosotros mis primeras impresiones.
Reconozco que llevo esperando este juego con muchas ganas por dos razones: la primera es la excelente experiencia obtenida con su homólogo de los tanques, un semi arcade con remotos tintes de simulador que consigue algo muy difícil: que cada partida sea un mundo a pesar de la recurrencia de los mapas. Los árboles tecnológicos y el comportamiento de cada blindado, junto con una idiosincrasia que, una vez te haces con ella, resulta muy estimulante, me han hecho albergar grandes esperanzas. La otra razón es el chasco que me llevé con 'World of Warplanes', que me dejó un sabor de boca precipitado y demasiado dado a disparar como loco a lo que tengas más cerca mientras das vueltas y vueltas en el cielo. Puede que lo jugase poco y me perdiese la gracia del título, pero el caso es que ha sido tanto mi afán de quitarme el mal sabor de boca que juego que nos ocupa aquí me tenía intrigado.
Volvemos a un entorno bidimensional que invita a la estrategia y la consideración en calma del potencial, propio y ajeno, así como del entorno. Lo primero que llama la atención de WoWS es la calidad de los entornos, el comportamiento del mar y de los buques que controlamos, sus inercias, los movimientos y giros nada inmediatos, asimilándose lo más posible a lo que sería la maniobra de cientos de miles de toneladas de acero y madera.
Comenzamos con buques de principios del siglo XX y progresamos a través de un árbol tecnológico hasta la inmediata postguerra mundial (por el momento, en este Alfa solo están disponibles los árboles americano y japonés) En este sentido cabe señalar que, a diferencia de los buques de guerra actuales, más maniobrables y menos voluminosos, los que trata el juego estaban diseñados para el combate cercano, de ahí que sean representados con una capacidad de aguante de impactos muy notable, lo que dará lugar a auténticas estampas bélicas en la mar, con un estilo inmersivo y cinematográfico, intercambios de enorme calibre a varias distancias mientras aviones de reconocimiento, torpederos y bombarderos en picado pintan el cielo con sus estelas.
Pero vayamos por partes.
Al igual que WoT, este juego divide los buques en varias categorías: destructores, cruceros, acorazados y portaaviones.
Destructores: se trata de buques pequeños y veloces, con escaso blindaje, que dependen mucho de su capacidad de maniobra y de que no les impacten (cosa más difícil de lo que parece). Aparte de esto, su otra ventaja son los afustes de torpedos con los que pueden cubrir sectores del mapa y desbaratar planes de despliegue enemigos desde el principio.
Cruceros: buques intermedios y equilibrados en blindaje y armamento. Suelen ir bien equipados con cañones y algunos incluso con torpedos o aviones de reconocimiento con que barrer el mapa (se usa como un arma secundaria mediante el teclado numérico y se despliegan sobre el minimapa). Tienen una decente cadencia de tiro, aceptable blindaje y una velocidad más que interesante. De hecho son los buques que más manejo.
Acorazados: el peso pesado del juego, pura potencia bruta en movimiento. Cañones de gran calibre y mayor alcance, pero lentos como ballenas varadas. He jugado con estos algunas partidas y son imponentes por la capacidad de castigo que tienen y el armamento, pero hay que saber jugarlos, ya que son propensos a verse rodeados. Su característica más llamativa es que, además de reparar daños, como incendios, permite mandar a la tripulación a cerrar vías de agua, lo que recupera parte de los puntos de daño perdidos.
Portaaviones: los buques que más intrigado me tenían, ya que permiten manejar varias escuadrillas de aviones. A medida que avanzamos en el juego, podremos tener más escuadrillas y más diversas. Entre los aviones disponibles están los cazas, para derribar cualquier avión enemigo, los torpederos y los bombarderos en picado, quizá menos eficaces, pero mortales si aciertan el blanco. Algunos portaaviones cuentan con defensas, pero es habitual que dependan del resto del equipo para seguir vivos, aparte de que es conveniente que permanezcan en retaguardia. Los aviones se controlan como he comentado más arriba: mediante teclado numérico como si fuesen armas secundarias. Puedes mandarlos a explorar el mapa, proteger buques del propio equipo o atacar directamente al enemigo. Ojo con perderlos de vista cuando controlemos muchos.
Cada buque tiene su filosofía de juego y conviene familiarizarse con ella, así como sus puntos fuertes y débiles, para sacarles el mayor provecho. En este sentido, la jugabilidad es notable, muy fluida, dinámica e inmersiva. Los sonidos son muy apropiados para el género, incluido el rechinar del casco cuando haces giros bruscos o recibes un impacto. Es muy interesante el uso que se hace de los equipos de reparaciones mediante los botones del teclado. Cada uso repara un daño y requiere de un tiempo de refresco para volver a estar disponibles, lo que refleja bastante bien el proceso trabajoso de mandar equipos de reparación a un lado y otro del barco.
Otro detalle son los comandantes. A medida que avanzamos con los buques, se desbloquean comandantes con un árbol de habilidades equiparable al de la tripulación de los tanques de WoT. Mediante puntos de habilidad que iremos ganando en las batallas iremos decidiendo qué caminos desbloquear para mejorar aspectos del armamento, la detección o la maniobrabilidad.
Aunque sea tentador comparar simétricamente este juego con su primo de los carros blindados, conviene no hacerlo literalmente, ya que cada buque tiene una filosofía que se despega claramente de sus homólogos de tierra. Con todo, cualquiera que esté familiarizado con los títulos de Wargaming no tendrá problema alguno para hacerse con este juego.
Los tipos de misión se parecen mucho a lo que ya estamos acostumbrados: batalla estándar y batalla de encuentro son las más habituales (acabar con el enemigo/conquistar su base o acabar con el enemigo/conquistar la base del centro del mapa respectivamente), pero se ha incluido la batalla de dominación, que viene a ser como la de encuentro, pero con tres sectores cuyo control va dando puntos a cada equipo, así como la destrucción de naves enemigas. Quien destruya al enemigo por completo o se haga con todos los puntos gana.
De todo lo que he jugado, he de decir que todo me ha gustado. Me reservo las opiniones negativas para cuando lancen el título definitivo, ya que de lo que os hablo es una Alfa avanzada. Actualmente se sigue trabajando en WoWS para añadir mapas y elementos como defensas costeras o minas. Me quedo con la increíble sensación inmersiva, lo asequible de los controles y el excelente trabajo de los programadores a la hora de plasmar tanto los barcos como la física marina. Huelga mencionar el enrome trabajo de documentación para dar vida a algunos de los barcos de guerra más emblemáticos de la historia, incluidos algunos que no pasaron de la fase de planificación.
Si se produce otro fin de semana abierto de pruebas, os recomiendo que solicitéis la inclusión. Merece la pena el rato que matas.
Os dejo con un vídeo que reseña muy bien el concepto de juego de WoWS.
'World of Warships' promete
Reviewed by Omar El Kashef
on
16:15
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